Se trata de un área de 400 kilómetros cuadrados en la costa Este de África que sobrevive al estrés que sufren los corales de todo el mundo a causa del cambio climático
Que el mundo vive dentro de una emergencia climática es un hecho. Suben las temperaturas, cambian las precipitaciones, se extinguen especies… pero existen zonas que aún logar mantenerse al margen de este conflicto.
Zonas que como consecuencia de su ubicación en el globo pueden pasar de puntillas sobre este grave hecho.
Fue eso lo que, sin saberlo inicialmente, descubrió Tim McClanahan, científico principal de la Wildlife Conservation Society, quien después de una década de búsqueda insaciable de santuarios de coral en las profundidades marinas de todo el mundo, al fin ha podido dar con uno de ellos.
La importancia del Kilimanjaro
McClanahan vive y trabaja en Mombasa (Kenia) y analizó los motivos que habían provocado un aumento considerable en el número de delfines en la zona. Especialmente en comparación con otros lugares de la costa este de África.
Comprendió que las frías aguas de canales profundos que se formaron hace miles de años en la zona donde se levantan el Kilimanjaro y las montañas Usambara eran un atractivo inigualable para multitud de especies como los delfines.
Del mismo modo esa zona también se había convertido en refugio de vida submarina. McClanahan tenía su santuario de Coral.
Allí las especies prosperan a pesar del aumento de las temperaturas del planeta. Es, sin duda, un refugio anti emergencia climática donde poder sobrevivir a la acción del hombre.
Para confirmarlo, McClanahan analizó la temperatura de las aguas con medidores monitorizados y comprobó que incluso tras el paso del fenómeno de El Niño, que sucede cada cinco o siete años y que eleva en casi un grado la temperatura, las aguas cálidas no penetran en la zona por lo que se evita el aumento del mercurio.
Es esto lo que ha permitido la supervivencia de este santuario de coral que tiene una extensión de más de 400 kilómetros cuadrados. Un lugar (casi) único desde el que parece posible pensar en la subsistencia marina.
¿Existen más “santuarios”?
En palabras de los investigadores, este no será la única área que podrán encontrar con estas características. Los biólogos marinos están recorriendo los océanos de todo el planeta en busca de zonas similares.
Se cree que McClanahan habría encontrado otros tres posibles santuarios de coral que estarían repartidos a lo largo y ancho del Océano Índico, en su parte más occidental.
La investigación se decantó por centrar esfuerzos en la zona este del continente africano ya que “la evidencia científica disponible era bastante fuerte”.
De ser cierto y de alcanzar su descubrimiento, estaríamos hablando de un hito histórico dentro de la biología marina y la conservación de las especies.
La situación de los corales
¿Y porqué es tan importante el descubrimiento de este santuario? Por que la situación mundial de los corales es dramática.
Se estima que el 70% de los que hoy están sanos podrían haber enfermado o haber desaparecido antes del año 2030.
Los motivos son variados, pero el más común, además del impacto de las actividades humanas, es el aumento de la temperatura del planeta, es decir, el cambio climático.
La fragilidad de los corales les impide sobrevivir cuando el mercurio de las aguas asciende ya que desaparece el alga zooxanthellae, blanqueando el coral, y provocándole daños irreparables.
Sirva como ejemplo la situación de la Gran Barrera de Coral que, ubicada en la costa nordeste de Australia, ocupa más de dos mil quinientos kilómetros de extensión, de los cuales, el 60% ya sufre procesos de blanqueo. De continuar a este ritmo, los expertos vaticinan que desaparecería en menos de un siglo.
Su importancia es enorme para el mantenimiento de la biosfera marina ya que contribuyen a la existencia de numerosas especies, al trasvase de nutrientes entre corrientes, al proceso de fotosíntesis de plantas y algas… son fundamentales para que los océanos del planeta sigan existiendo tal y como lo conocemos.
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