Verde y Azul

Un pueblo del Ártico quiere acoger en 2032 los Juegos Olímpicos… ¡de verano!

En una ingeniosa campaña para concienciar sobre el cambio climático, los vecinos del pueblo de Salla, en el Círculo Polar Ártico, han promovido su supuesta candidatura para albergar las olimpiadas de verano de 2032. Para entonces, según esta iniciativa ya viral, el pueblo será apto para ello.

Una forma original y divertida de alertar contra el cambio climático. El pequeño y remoto pueblo de Salla, en la Laponia finlandesa, es uno de los lugares más fríos del planeta, pero se ha hecho famosa mundialmente gracias a su falsa candidatura a albergar los Juegos Olímpicos de verano en 2032.

La iniciativa emprendida a través de las redes sociales se titula ‘Salva Salla, salva el planeta’, y en pocos días se ha vuelto viral. Ha llegado ya a más de 250 millones de personas a través de internet.

El elemento principal de esta curiosa iniciativa es un vídeo que rebosa ingenio y humor, en el que habitantes reales del pueblo, conscientes del calentamiento global, aparecen preparándose para unas futuras olimpiadas practicando deportes veraniegos, como el voley playa y el surf, sobre la nieve y el hielo.

“Llega el calor”, anuncia una chica ligera de ropa que corre por un paisaje nevado portando la antorcha olímpica. Mientras tanto, otra joven afirma bajo un cielo plomizo que, aunque nunca ha visto el sol, pronto podrá verlo gracias al cambio climático.

La supuesta candidatura olímpica cuenta además con su propio logotipo oficial, en el que destacan unos montes nevados que se derriten, y con una mascota llamada Kesa (verano), representada por un reno aturdido debido a unas altas temperaturas a las que no está acostumbrado.

Un pueblo gélido en el Círculo Polar

La localidad de Salla, de apenas 3.400 habitantes, está situada en la región más gélida de Finlandia, en pleno Círculo Polar Ártico, y allí las temperaturas pueden llegar en invierno hasta los 45 grados centígrados bajo cero. Una gruesa capa de nieve cubre el paisaje la mayor parte del año. Es, desde luego, el lugar más inapropiado del mundo para la celebración de unos juegos olímpicos de verano.

El alcalde de Salla, Erkki Parkkinen, explicó en una entrevista con la agencia Efe que la descabellada idea de lanzar la candidatura olímpica nació de la preocupación de su comunidad por los efectos del calentamiento global en la vulnerable región ártica.

“Queremos conseguir que gente de todo el mundo se una a nuestra campaña, que las personas, las empresas y los Estados actúen más para detener el cambio climático”, señaló Parkkinen.

‘Corazón cálido, lo tenemos; un lugar cálido, próximamente’, lema de la campaña. Foto: Agencia África

Según el alcalde, el propósito del movimiento olímpico es unir a las personas y a las naciones sin excluir a nadie, unos valores que coinciden con los de esta iniciativa.

“Esta es una buena idea, porque si queremos hacer algo para detener el cambio climático, necesitamos a todas las personas y naciones del planeta”, declaró.

¿Pero qué puede enseñar un inhóspito y apartado pueblo lapón al resto del mundo? Según el alcalde de Salla, la iniciativa tiene más valor precisamente por provenir de un lugar diminuto, ya que “demuestra a la gente de todo el mundo que incluso un pueblo pequeño o personas individuales pueden hacer algo para detener el cambio climático”.

La campaña cuenta con el apoyo del movimiento medioambiental Fridays for Future, iniciado por la activista sueca Greta Thunberg y otros jóvenes para concienciar a los responsables políticos de que deben tomar medidas drásticas cuanto antes para frenar la crisis climática.

Jugando a voley playa en Laponia. Foto: Agencia África

Según los expertos, los polos terrestres son las regiones donde más se está acelerando el calentamiento global, con un derretimiento creciente de la capa de hielo durante los veranos que no llega a recuperar del todo su volumen durante los inviernos.

El permafrost (la capa de suelo congelado en las regiones polares) alberga una gran cantidad de metano y dióxido de carbono (CO2), por lo que si se derrite liberaría a la atmósfera millones de toneladas de gases que aumentarían el efecto invernadero.

El alcalde de Salla reconoce que el calentamiento global supone una grave amenaza para el modo de vida tradicional de sus habitantes, basado en la crianza de renos, la explotación forestal y el turismo invernal.

“Realmente no queremos tener aquí unos juegos olímpicos de verano, lo que queremos son inviernos de verdad”, sentencia.

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Joan Lluís Ferrer

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