El Gobierno ha lanzado una ambiciosa campaña para salvar la anátida más amenazada de España: la cerceta pardilla, en inminente peligro de extinción. El deterioro de las zonas húmedas, principal causa de su regresión.
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha participado esta semana en la presentación del proyecto ‘LIFE Cerceta pardilla’. Esta iniciativa tiene como objetivo recuperar 3.000 hectáreas de humedales para revertir el riesgo de extinción de la anátida más amenazada en Europa y que se encuentra en situación crítica en España.
La cerceta pardilla (Marmaroneta angustirostris) es una de las siete especies que actualmente se encuentran en situación crítica en España. Hasta mediados del siglo XX abundaba en los humedales costeros mediterráneos, especialmente en Doñana, pero su drástico declive en las últimas décadas la sitúa en riesgo inminente de extinción.
En los últimos años, el Gobierno ha focalizado su esfuerzo en su recuperación. «Si desaparecen, perderemos una parte de nosotros, de nuestro patrimonio, piezas clave del engranaje que garantiza la buena salud de los ecosistemas y, por lo tanto, también de nuestro bienestar», explicó Morán. El número de parejas reproductoras en España, que es casi su único lugar de distribución en Europa, se situó el año pasado en 45 parejas y con una clara tendencia en regresión.
La pérdida y degradación del hábitat es su mayor amenaza y es lo que hace peligrar la supervivencia de la especie. Los humedales sufren el impacto de la sequía, la contaminación, la proliferación de barreras artificiales y otras amenazas causadas por actividades humanas.
Acciones en varios frentes
Durante los próximos cinco años, el ‘LIFE Cerceta pardilla’ emprenderá un conjunto de acciones para mejorar el estado de los humedales en todo el territorio. Actuará en espacios pertenecientes a la Comunidad Valenciana, como la Albufera de Valencia y el Parque Natural de El Hondo en Elche; las marismas del Guadalquivir en Andalucía, y también en zonas húmedas de Murcia, como la laguna de la Morera. Todos ellos son humedales que pertenecen a la Red Natura 2000, la mayor red de espacios protegidos del mundo, y son ecosistemas fundamentales para la supervivencia del pato más amenazado de Europa.
Entre las acciones previstas en el proyecto, se prevé la adquisición de una superficie de 141 hectáreas mediante la compra de tres fincas situadas en zonas consideradas en la Estrategia de Conservación de la cerceta como lugares críticos, es decir, áreas vitales para su supervivencia y recuperación. También están previstas acciones de seguimiento de la especie y se involucrará a los países del Magreb para mejorar el conocimiento sobre sus movimientos y amenazas. En paralelo, se reforzarán las poblaciones de la especie a través de un programa de cría en cautividad y la liberación de ejemplares.
El proyecto cuenta con dos centros de referencia que crían con éxito cercetas pardillas: la cañada de los Pájaros, en Andalucía, y el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre El Saler, en la Comunidad Valenciana, ademas del Lago del Hondo, en Elche, donde el pato anida en cautividad. El programa de cría estará basado en las buenas prácticas que se desarrollan en ambos centros y en otros que puedan colaborar en el proyecto. Se acompañará de acciones que permitan mejorar el conocimiento de la especie mediante su seguimiento en el medio natural o estudios genéticos. También se impulsará la participación de sectores relevantes para su conservación, como los regantes o los cazadores, así como la sensibilización y la educación ambiental de la sociedad.
En el LIFE Cerceta Pardilla, que coordina la Fundación Biodiversidad del MITECO, participan como socios el propio ministerio, a través de la Confederación Hidrográfica del Segura y Tragsatec; la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible y la Agencia de Medio Ambiente y Agua; la Generalitat Valenciana; el Gobierno de la Región de Murcia, así como las organizaciones SEO/BirdLife y ANSE. Cuenta con la contribución del Programa LIFE de la Unión Europea y de la Dirección General del Agua.
El papel de los humedales
España es el tercer país con más humedales incluidos en el Convenio de Ramsar, solo por detrás de Reino Unido y México, con 75 espacios que ocupan más de 300.000 hectáreas, lo que demuestra el fuerte compromiso del Gobierno con las tareas de conservación de estos ecosistemas y su restauración, destaca el Ministerio.
El Gobierno tiene el objetivo de alcanzar las cerca de 40.000 hectáreas restauradas para 2030, tal y como anunció la vicepresidenta Teresa Ribera, con motivo del Día de los Humedales, el pasado 2 de febrero. La Albufera de Valencia, el Mar Menor, el Delta del Ebro, los Parques Nacionales de las Tablas de Daimiel y Doñana son algunos de los humedales que precisan de medidas más urgentes para su recuperación. La pérdida y degradación de las zonas húmedas se debe, en gran parte, a los cambios en el uso de la tierra y del agua, así como al cambio climático, y afecta a numerosas especies, algunas de ellas en estado crítico, como es el caso de la cerceta pardilla.
Estas son algunas características de esta emblemática especie:
Aspecto
De plumaje manchado de distintas tonalidades con un color general marrón pálido, presenta una clásica marca orbital oscura que se extiende hacia el cogote como un antifaz y que lo hace inconfundible.
Hábitat
Habita en lagos, lagunas y zonas de marismas de agua dulce, de manera residente y reproductora en el sur de España y en Marruecos en su distribución más occidental, y en Oriente Próximo y el sur de Rusia por el extremo oriental.
Alimentación
La alimentación varía a lo largo del año en función de la abundancia de alimento. Si bien en las épocas reproductivas –entre abril y junio– su dieta se compone de brotes de salicores e insectos de varias tipologías, se han hecho estudios que demuestran que hacia el invierno su alimentación se basa casi exclusivamente en insectos de la familia de los quironómidos.
Reproducción
La época reproductiva empieza a mediados de abril y hacia el mes de mayo en el norte de África. Son monógamos y forman parejas de larga duración, criando en pequeños grupos bastante dispersos. El nido, construido exclusivamente por la hembra, suele reducirse a una pequeña depresión en el suelo, arreglado con un poco de vegetación, no muy alejado del agua. La puesta puede oscilar entre los cinco y los veinte huevos, que son incubados durante un período de entre 25 y 27 días solo por la hembra, mientras que el macho realiza tareas de vigilancia y protección.
Conducta
Es un visitante invernal y estival en diferentes puntos del planeta, pero nunca más al sur de Nigeria en África ni más al norte del mar Negro por Oriente. Parcialmente migratorio, suele permanecer en las áreas de cría de manera sedentaria, aunque durante la dispersión y cuando falta alimento pueden emprender movimientos relativamente cortos. A finales del verano, cuando las lagunas quedan completa o parcialmente secas, su comportamiento se vuelve nómada y se mueve por las lagunas y puntos de agua que todavía quedan activos.
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