Verde y Azul

2020 termina con 1.500 millones de mascarillas en el mar

La pandemia ha agravado la contaminación por plásticos de un solo uso en todo el planeta. Mientras tanto, muchos gobiernos han retrasado la prohibición de este tipo de materiales desechables

Es sabido que el confinamiento y las restricciones derivadas del coronavirus han tenido efectos positivos sobre el medio ambiente, debido especialmente al fuerte descenso registrado en los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, no todo han sido noticias positivas para la naturaleza. La proliferación de mascarillas, guantes y otros elementos de protección sanitaria (elaborados sobre todo con materiales plásticos) ha representado más basura plástica para el entorno.

La organización de conservación marina OceansAsia ha cuantificado este problema y ha calculado que en 2020 los océanos habrán recibido 1.560 millones de mascarillas faciales, lo que supone una contaminación extra de más de 5.000 toneladas adicionales de plástico.

Residuos plásticos en el mar. Foto: AP

Las cifras son astronómicas: a lo largo de 2020 se han fabricado 52.000 millones de mascarillas. Uno de los modelos quirúrgicos puede contener de 3 a 4 gramos de polipropileno. Estos elementos de protección pueden ser difíciles de reciclar debido al riesgo de contaminación e infección. En muchas ocasiones acaban en los océanos, debido a un sistema de gestión de residuos inadecuados, inexistentes o totalmente saturados.

«Los 1,56 mil millones de máscaras faciales arrojadas en 2020 a los océanos solo será la punta del iceberg», ha declarado el director de la organización OceansAsia, Phelps Bondaroff, que ha recordado: «Tan solo son una pequeña fracción de las aproximadamente 8 a 12 millones de toneladas métricas de plástico que entran en nuestros océanos cada año».

El problema, como recuerda Gary Stockes, directivo de la misma entidad, es que «la preocupación por la higiene y una mayor dependencia de la comida para llevar han llevado a un mayor uso de plásticos, en particular envases de plástico». «Mientras tanto, toda una serie de medidas diseñadas para reducir el consumo de plástico, como la prohibición de bolsas de plástico de un solo uso, se han retrasado, pausado o revertido», ha añadido Stockes. Todo ello ha contribuido a agravar este año el problema del plástico de un solo uso en todo el planeta.

Según la Conferencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo, cerca del 75% del plástico producido por la pandemia en forma de mascarillas, guantes y botellas de desinfectantes para manos se convertirá en desechos que llegarán a vertederos y mares.

Mascarilla en el suelo. Foto: Pixabay

Las mascarillas y los guantes deben ir siempre al contenedor de restos (el gris), nunca al amarillo o al azul para evitar poner en riesgo a los operarios en las plantas de selección.

La contaminación por plástico mata cada año a unos 100.000 mamíferos marinos y tortugas, a más de un millón de aves marinas y a un número aún mayor de peces e invertebrados. También afecta negativamente a la pesca y a la industria turística y le cuesta a la economía mundial unos 13.000 millones de dólares (casi 11.000 millones de euros), informa OceansAsia.

La organización pide que se usen siempre que sea posible mascarillas reutilizables y anima a los gobiernos a implementar políticas para una fabricación adecuada de este tipo de material. Recuerda que es fundamental respetar y mejorar los sistemas de gestión de residuos para reducir las pérdidas.

«Es fundamental que trabajemos para reducir el uso de plásticos de un solo uso y todos tenemos un papel que desempeñar. Hay opciones reutilizables sostenibles para casi todos los artículos de plástico de un solo uso», precisó Bondaroff.

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