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¿Tiene que volver el lobo a Andalucía?

¿Debe volver al lobo a Andalucía? Los grupos ecologistas tienen claro que sí y resaltan que la ley lo exige. Los sectores ganaderos rechazan su reintroducción por los daños que provocaría al sector y al mundo rural. Los cazadores abogan por su expansión natural, pero rechazan los planes para reintroducirlo. El debate está sobre la mesa y, como todo lo que rodea a esta emblemática y polémica especie, se adivina intenso.

Desde el año 2012 no se tiene constancia de ningún ejemplar de lobo ibérico en Andalucía. La última población, la de Sierra Morena se perdió, según Ecologistas en Acción, ante la “inactividad de la Administración y el Gobierno autonómico”. Según este colectivo, el Ejecutivo está obligado por ley a declarar a la especie ‘en peligro de extinción’. Y debería, añade, desarrollar un plan de recuperación para que el lobo vuelva a poblar Andalucía.

Los conservacionistas defienden que el lobo es una especie clave del ecosistema mediterráneo: equilibra la cadena trófica y posibilita el control de la superpoblación de herbívoros. La presencia de un depredador como el lobo “cambia el comportamiento de los herbívoros, permitiendo la regeneración vegetal, solucionando el problema que está llevando a nuestros bosques al colapso”, apunta Ecologistas en Acción.

Foto: Life Lobo

La inminente inclusión del lobo ibérico en el Listado de Especies en Régimen de Especial Protección (Lespre) en todo el territorio español (en la actualidad solo está protegido al sur del río Duero), ha provocado enorme revuelo social y mediático, al implicar que ya no será una especie cinegética. Pero los ecologistas consideran esta medida “insuficiente”.

Poblaciones en estado crítico

Porque, aunque con pequeñas recuperaciones en algunas partes del territorio, las poblaciones ibéricas de lobo siguen en un estado crítico, y no se ha alcanzado la barrera de las 300 manadas en la Península (según el ultimo censo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en 2014 había 297, ninguna en Andalucía).

El estado de la especie es, precisamente, el motivo que ha llevado a la Unión Europea a reclamar su protección en toda la Península, petición que cumplirá en unos días el Ministerio.

Los ecologistas esperan que esta medida suponga un antes y un después para la especie. También en Andalucía, donde su desaparición no ha tenido ningún reflejo administrativo: ni se ha declarado ‘en peligro de extinción’, ni ‘extinta’, y tampoco se ha impulsado un plan para su recuperación.

“Ni siquiera está incluida en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas como especie en peligro de extinción, a pesar de las evidencias científicas, el dictamen del Comité Científico asesor de 2017 y de aparecer en el Libro Rojo de los Vertebrados Amenazados de Andalucía, que lo incluye como un taxón en peligro crítico de extinción”, resalta Ecologistas en Acción.

Esta organización solicitó ya en 2015 por la vía administrativa que el umbral de protección del lobo se elevará al de una especie en la categoría máxima de protección regional (en peligro de extinción). El colectivo reiteró la petición este mismo año, pero el Gobierno de Andalucía ha hecho caso omiso.

El cambio en el grado de protección del lobo tendría muchas repercusiones, entre ellas la obligación de realizar el Plan de Recuperación del Lobo en Andalucía que reclaman los grupos conservacionistas y reservar fondos para desarrollarlo.

Una especie clave para los ecosistemas

La pérdida de biodiversidad es un problema global que afecta de manera directa a la calidad de vida del ser humano con la mayor aparición de plagas y pandemias, la pérdida de capacidad agrícola, la destrucción de los sistemas de depuración natural del aire, agua y suelo, etcétera. Por ello cualquier extinción de una especie es una gran pérdida no solo moral, sino para la supervivencia humana”, alerta la entidad.

“Esto se agrava si además la que se extingue es una especie clave de los ecosistemas, como lo es en el caso del lobo, con gran repercusión para multitud de especies y para el funcionamiento de esos ecosistemas”, añade la ONG.

La desaparición del lobo está provocando en Andalucía “un desequilibrio en la cadena trófica que pone en riesgo el ecosistema al completo”, denuncia Ecologistas en Acción. “Esto lo vemos patente en el colapso al que están llegando muchos de los ecosistemas andaluces, espacios protegidos incluidos, con el decaimiento de las quercíneas, la falta de regeneración provocada por una superpoblación de ungulados que no se soluciona con la caza, pues con la presencia del lobo no sólo se limitan las poblaciones, sino que las especies cambian sus hábitos de comportamiento y alimentación, dejando que la vegetación se recupere”, indica.

Foto: Pixabay

Según Ecologistas en Acción, la presencia del lobo en Andalucía “no es una cuestión ética, sino una necesidad para la conservación de nuestro patrimonio natural, y con ello nuestra supervivencia y calidad de vida”.

Los ganaderos rechazan la protección

Para protestar por lo que consideran inacción del Gobierno de Andalucía, y dado que a nivel estatal “se están dando pasos para la conservación del lobo”, la manifestación anual que desde hace unos años se venía realizando en Madrid para reivindicar la protección de la especie se celebrará este año en Sevilla. Será el 16 de octubre, desde la Alameda hasta la puerta del Parlamento autonómico.

Los ganaderos, por su lado, defienden que no es posible la convivencia del lobo con la ganadería extensiva. Y rechazan tanto su inclusión en el Lespre en todo el territorio nacional como la prohibición de su caza. También la reintroducción de la especie en Andalucía. Una opinión a la que se suman los cazadores.

Tanto COAG como UPA y ASAJA han manifestado su frontal oposición a la protección del lobo, al considerar que quienes corren “verdadero peligro de extinción” son “los ganaderos”. Consideran “un despropósito” la política que pretende aplicar el Ministerio en relación con el lobo y exigen mantener su actual estatus.

El principal argumento son los cuantiosos daños que sufren en sus explotaciones por ataques de lobo y que en ocasiones hacen inviable esta actividad. Según recuerdan estas organizaciones, la ganadería que practican muchos de los afectados es precisamente la de tipo tradicional que beneficia al medio ambiente, frente a las explotaciones industriales.

Mientras tanto, el proyecto Life Lobo Andalucía, dotado con 1,6 millones de euros, que se cerró hace unos meses, tuvo que enfrentarse al frontal rechazo de Asaja y a la nula implicación del Gobierno andaluz, que votó en contra de la protección del lobo en toda España.

Voluntariado nacional para el censo del lobo ibérico: https://censoloboiberico.org/

Web del proyecto Life Lobo Andalucía: https://lifelobo.es/

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Ramón Díaz

Ramón Díaz Alonso (Llanes, Asturias; 1962). Trabaja desde 1990 en La Nueva España, primero como corresponsal en la comarca oriental de Asturias, después como responsable de la edición del oriente de Asturias y desde 2017 en la sección de Asturias, especializado en información política, de infraestructuras y ambiental. Colabora desde enero de 2021 con Verde y Azul, el canal de medio ambiente de Prensa Ibérica y Grupo Zeta. Es coautor de varias publicaciones de la Asociación Asturiana de Periodistas y Escritores de Turismo (ASPET).

2 comentarios

  • Por supuesto que debería ser reintroducido. Es el mayor depredador de la fauna ibérica y nunca debió ser eliminado de ningún sitio. El lobo, al igual que el resto de las especies, forman un eslabón que debe respetarse y no romperse por ninguna parte. Los cazadores que se coman sus escopetas y se dediquen a otra cosa. SI al lobo y a toda la fauna.

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