La caza está de capa caída en toda España. Continúa incesante la pérdida de aficionados en todo el país, según ponen de manifiesto las estadísticas sobre licencias que elabora periódicamente el Ministerio para la Transición Ecológica. El número de permisos ha bajado en España un 30% desde 2005.
Según las últimas cifras disponibles, de 2019, en la actualidad hay en España un total de 743.600 licencias de caza, cifra que está por debajo de la que se registraba en 2015, cuando eran 825.373, la cual, a su vez, ya estaba por debajo de la que se registraba en 2005, cuando había 1.069.800 licencias de caza. La bajada, por tanto, es incesante.
Esta situación es perceptible, por ejemplo, en la comunidad autónoma que, con diferencia, tiene un mayor número de licencias, Andalucía. Allí, la cifra ha disminuido en un 25% desde 2004 y la edad media del cazador ha pasado de 42 a 52 años en el mismo periodo de tiempo, según recoge el Plan Andaluz de Caza, dependiente de la Junta.
En Andalucía, el número de licencias ha pasado de las 300.000 que había en 2004 a poco más de 225.000 en 2019.
El Plan Andaluz de Caza atribuye esta “disminución a pasos agigantados” al “paso de una sociedad agraria a otra marcadamente urbana, donde la percepción de la caza está mediatizada por las malas noticias que se publican en la prensa”. Los medios, afirma el documento, publica informaciones “solo cuando ocurren eventos extraños, negativos y no deseados; los millares de eventos normales no son noticia”, añade.
Uno de los objetivos a corto plazo que figuran en el borrador del Plan Andaluz de Caza, según informa Efe, es crear una “cantera” entre los jóvenes en las aulas. En concreto, apunta a la necesidad de “integrarla [a la caza] en los libros de texto de las ciencias sociales y naturales, junto con otros aprovechamientos humanos realizados en el medio natural, como la agricultura, la ganadería, la pesca y la minería”.
Sube el número de animales abatidos
Sea como sea, lo cierto es que la sociedad parece dar la espalda progresivamente a esta actividad. En cambio, y aunque pueda parecer paradójico, el número de animales abatidos por las escopetas sigue en aumento en España.
En concreto, si en 2005 se cazaron un total de 16.800.000 animales en total, en 2015 la cifra ya fue de 20.922.000. La última estadística hecha pública por el Ministerio para 2019 refleja una cierta tendencia a la estabilización, con algo más de 20 millones de ejemplares, de los cuales 13 millones son aves.
¿Por qué, habiendo menos cazadores, hay más animales cazados? Según han apuntado algunos expertos, cada vez se está imponiendo más el ‘turismo cinegético’ que, a diferencia del cazador tradicional (que volvía a casa con unos pocos animales), puede abatir decenas de ejemplares en un solo día y algunos centenares en un fin de semana.
Ello es debido a sueltas masivas de animales, previamente criados para este fin, en fincas en la que los cazadores pueden encontrar con facilidad una gran cantidad de aves y mamíferos.
En la actualidad, más del 80% de la superficie de España está declarada de aprovechamiento cinegético, lo que supone un total de 43,8 millones de hectáreas.
Grupos animalistas, como Animanaturalis, afirman que el número de cazadores reales en España es, pese a la bajada, mayor del que registran las cifras oficiales, porque deben tenerse en cuenta los furtivos que, según este colectivo, siguen actuando sin disponer de los permisos necesarios. A juicio de esta entidad, los furtivos harían “doblar la cifra” oficial.
Tanto ecologistas como animalistas apuntan a algunos efectos negativos de la caza sobre el medio ambiente, como es el uso de plomo en la munición. Animanaturalis señala que “los 300 millones de cartuchos que se disparan cada temporada dejan en el campo 5.000 toneladas de plomo, junto a las cuales quedan esparcidos en campos, montes y riberas gran cantidad de latas, bolsas de plástico y papel de aluminio, dejando en entredicho el manido argumento ecologista de los cazadores”.
“El plomo, metal pesado altamente contaminante, provoca un grave impacto medioambiental y provoca la muerte a decenas de miles de aves acuáticas”, añade.
De hecho, la Unión Europea ya ha decidido imponer restricciones al uso de plomo, tanto en la caza como en la pesca, para reducir la presencia de este metal altamente contaminante en los ecosistemas protegidos de la Unión.
Los cazadores se oponen a esta visión que, a su juicio, “criminaliza” la caza. Para ellos, tal y como afirma Juan Pascual en el portal trofeodecaza.com, la caza “es un negocio y un medio de vida para mucha gente, por eso mismo se merece el respeto de todos, como la actividad lícita que es”.
Además, “es totalmente imprescindible para mantener el equilibrio en los ecosistemas, en los que el hombre es pieza indispensable”.
En cuanto a las sueltas de grandes cantidades de animales para su caza, “no producen efecto alguno en la spoblaciones silvestres” e incluso “benefician a la biodiversidad de la zona, especialmente a los predadores oportunistas, aliviando la presión sobre las especies salvajes”.
Más de 50 muertos en España al año por disparos de caza
Sin embargo, no ayuda a mejorar la imagen de esta actividad las cifras de personas muertas y heridas que provoca la caza en España todos los años.
El Ministerio de Interior registró en 2020 cincuenta muertes solamente en los nueve primeros meses del año a causa de los disparos de cazadores en los montes, según la respuesta dada a una pregunta parlamentaria.
Más de 600 de personas resultaron heridas o tiroteadas, con mayor o menor gravedad, por los disparos ocasionados por los cazadores entre el 1 de enero y el 6 de septiembre de 2020, y ello teniendo en cuenta los tres meses de confinamiento y la desescalada, donde la movilidad para desplazarse estaba prohibida.
Los datos que obran en poder del Gobierno, sin incluir a Catalunya y Euskadi, porque tienen cedidas las competencias en seguridad ciudadana, incluyen a 554 personas heridas y 51 fallecidos.
Las comunidades que encabezan esta lista son Castilla-La Mancha y Andalucía, con 166 heridos y 12 muertes en el primer caso y 122 y nueve en el segundo. Asimismo, Castilla y León registra 73 heridos y seis muertes.
Web del Ministerio con los datos de caza: https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/estadisticas/Est_Anual_Caza.aspx
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Me parece una gran noticia, que los humanos dejen, mejor, abandonen ese instinto básico e irracional.
Me parece que a la Junta de Andalucía que le apena que cada vez haya menos cazadores. Para ellos será una pérdida y para el resto, una victoria.
Interesante noticia, aunque politizada como es obvio, la disminución de licencias de caza trae efectos positivos y negativos, como efectos positivos para los cazadores hay más terreno y caza disponible, como efecto negativo (para Todos) tendremos q pagar vía impuestos a muchos cazadores profesionales(Guardas) para controles poblacionales en parques nacionales y demás, aparte de mayor número de accidentes de tráfico, indemnizaciones por daños a los cultivos, aumento de zoonosis con su riesgo para la vida humana aparte de los incalculables daños económicos para la agricultura que termina repercutiendo en el precio final de las materias primas.
La naturaleza y la biodiversidad está más que demostrado que se autoreluga sola. Es un cuento chino de macho ibérico eso de que somos los humanos los que debemos regular la población animal. Basta ya de hipocresías de los pudientes que pagan para matar bellísimos ejemplares solo para decir quien tiene el pene más largo.
La autorregulación, cosa que es natural y podría ser una opción pasa por tener cerca de nuestras casas depredadores, la modificación de hábitats para el abastecimiento humano de alimentos hace que la autorregulación sea una utopía y los instintos básicos como la reproducción y dentro de ella el sexo por placer espero que solo lo abandonen quien tenga esta ideología retrógrada y dictatorial basada en prohibir a los demás lo que a mi no me gusta. Dejar hacer.
vamos a ver si poquito a poco desaparece esta idiotez de matar animales por diversión
La caza es una de las grandes lacras sociales a abolir.
La caza no es una idiotez, se podra estar de acuerdo o no, gustarte o no. Desgraciadamente, es tal el impacto del hombre en el medio natural que este no se regula solo. Por cierto, haceis más bien a la naturalerza en general, intentando reducir los efectos de la agricultura intensiva y el uso indiscriminado de fitosanitarios, eso por si no lo sabeis es lo que esta acabando con aves esteparias y especies cinegéticas. Por favor, hay que informarse bien antes de escribir estos artículos, el plomo no se usa en la munición desde hace años, niquel y aleaciones de estaño. Los cartuchos al igual que la «basura», muchos si podemos comemos en los restaurantes locales nos la llevamos a los contendores y a veces tsmbién la quw no es nuestra (peones agrícolas en el verdeo).En fin compañeros, acabemos con todo lo que no estamos de acuerdo y desconocemos. Sinceramente, la caza no es para ricos y nos cuesta mucho dinero criar especies cinegéticas y no cinegéticas aportando comida y agia todo el año. Lo siento, creo que en ocasiones se escribe más desde el corazón que desde la razón. Por supuesto, no os ánimo, a que sigais favoreciendo a que la gente rural tenga que emigrar a las ciudades a ser como el resto de urbanitas. La caza, implica tradición, familia, amigos, respeto y conservació por la naturaleza (animales y lo más importante el hábitat).
No te esfuerces en convencerlos ,no dan para más ,solo ven animales muertos i no ,todo lo que hay detrás ,seguiremos siendo asesinos ,criminales ,etc etc ,,quizás si un día un familiar tiene un accidente con un jabalí ,lo vean de otra manera .
Un saludo
Esperando q la gente q lee esto tenga capacidad de autocrítica, reflexione y no sea un radical en sus pensamientos, sino q los esté reconstruyendo constantemente. Lanzó una pregunta.
Cuánta gente que vive más de 6 meses al año en un pueblo crítica la caza?
Algo pasa en ese mundo rural q se nos escapa a nosotros, debemos de estudiarlo más para poder ponernos en una posición q no sea egocéntrica
Yo. Tengo una finca, dónde intento plantar árboles pero el ascenso de la población de corzos, a los que los cazadores les ponen comederos para aumentar la población y tener caza. Tengo que poner protectores y retocarlos cada poco por que los corzos están todo el tiempo jodiéndolos. A mi lo que me beneficia, viviendo en el campo es que haya menos cazadores y más lobos. Los cazadores provocan que los corzos salgan del bosque y me vallan a joder los árboles y que haya más y más corzos, los lobos, a los que se cargan los cazadores, espantan a los corzos de las fincas y provocan que se vayan al bosque y me puedan crecer los árboles. Así que sí, vivo en el campo y los cazadores me perjudican. Además de mencionar el echo de lo peligrosos que son cuando uno va a buscar setas. Y si, se cargan el ecosistema, eso de que mejoran el ecosistema y son necesarios es un cuento cuando se hace caza por deporte. Lo que hacen los cazadores está motivado sólo por su afición no por el medio ambiente y por ponerles los comederos a los corzos que no dejan de joderme.
Pues le vamos a chafar la alegría a los anticaza, veréis, desde el año 2015 está en vigor la denominada «Licencia de caza interautonómica» este documento permite cazar en la mayoría de CCAA de nuestro país por el precio de 70 €. Antes de la entrada en vigor de esta licencia, si un extremeño quería cazar, por ejemplo, en Castilla y León, lo que es bastante corriente, tenía que tener licencia de Extremadura y, además, sacar licencia de Castilla y León, igualmente tenía que actuar el Castellano Leonés que quisiera ir a Extremadura, y así con todas las CCAA adheridas a este acuerdo, por tanto no es difícil averiguar el porqué de esa disminución en el número de licencias expedidas, dato éste que contrasta con un significativo aumento del número de cazadores que se han examinado y aprobado el examen para la obtención de licencias de caza y de armas.
Cuantas medias verdades y datos tergiversados. Está bien informar pero con datos reales y no informaciones totalmente partidistas.
He estado leyendo algunos comentarios aparte de leer el artículo, lo más lamentable de todo lo que rodea a la caza es que se juzga y controla desde los despachos, con datos, estadísticas, pero cuál es la realidad de nuestros pueblos cada vez más desérticos, con sus gentes que se ven obligadas a emigrar a las ciudades por qué ya no pueden cultivar sus tierras arrasadas por la caza, de eso no se habla en los despachos, y aún quieren quitar la caza, salgan a los pueblos y vean la realidad.
50 fallecidos por accidentes de caza y se queda tan pancho.