Verde y Azul

El Festival de Cannes se apunta a la lucha contra el cambio climático

Bajo el lema “El cine por el clima”, el Festival de Cannes ha decidido apuntarse a la lucha contra el cambio climático. Y en un doble sentido: por un lado, reducirá las emisiones de carbono y de residuos, y por otro, se mostrará una selección de películas sobre medio ambiente. La organización lo ha explicado con una frase: “La ecología de la esperanza también estará presente en las pantallas de La Croisette”, el bulevar donde se desarrolla el Festival, desde mañana hasta el día 17.

“En 2021 y dada la urgencia de la situación, la protección del medio ambiente se ha convertido en una de las principales preocupaciones del “Festival de –Cannes, y así queda reflejado también en su selección oficial”, señala la organización.

No obstante, la defensa ambiental ya se había dejado entrever anteriormente en el Festival, por ejemplo, cuando se invitó en 2007 a Al Gore para presentar su documental “Una verdad incómoda”, que le valió el Óscar, así como en muchos otros filmes, como “The 11th hour” o “Ice on fire”, producidas por Leonardo DiCaprio y en las que se denunciaba el desastre climático.

Los organizadores de la 74.ª edición del prestigioso festival cinematográfico han seleccionado para la ocasión una película de ficción y seis documentales: dos viajes cargados de activismo juvenil, dos testimonios de catástrofes, noticias venidas de África, y una expedición a los confines del mundo para mostrar la belleza de la Tierra.

Vista aérea de la zona del Festival de Cannes. Foto: FDC

Con el objetivo de que el evento y su organización adopten una perspectiva medioambiental voluntarista, razonada y realista, el Festival de Cannes ha puesto en marcha una estrategia que se construye en torno a dos desafíos prioritarios: la reducción de las emisiones de dióxido de carbono y la adecuada gestión de los residuos.

Estos dos ejes fundamentales se trabajarán en dos etapas: reducir tanto las emisiones como los residuos y actuar en aquellos ámbitos en los que no sea posible para compensarlas. La idea es replantear íntegramente el Festival mediante una política que se impondrá “de forma natural” a largo plazo, aunque las primeras “medidas significativas” llegan ya esta año, destaca la organización.

Más coches eléctricos y menos consumo de papel

El 60% de la flota de coches oficiales estará formada por vehículos eléctricos, y todos ellos forman parte del parque automovilístico existente, que será reutilizado con motivo del Festival. Se animará a los equipos artísticos a que acudan al Festival a pie, y se facilitará a los participantes el acceso a los medios de transporte públicos de la ciudad gracias a un bono específico.

El Festival reducirá en un 50% su volumen habitual de impresiones de papel al recurrir a la digitalización de las publicaciones y de la taquilla, la reducción de tiradas y una distribución personalizada “in situ”.

Fotograma del documental «Bigger Than Us».

Más: los servicios de cátering del Festival deberán respetar un pliego de condiciones “sostenible”, que incluye el compromiso de dar preferencia a los productos frescos y de temporada, apostar por los canales cortos de comercialización, ofrecer alternativas vegetarianas, luchar contra el desperdicio alimentario y limitar al máximo los residuos.

La supresión total de las botellas de agua de plástico (se consumieron más de 22.000 en 2019) se implementará a partir de este año. Y se instalarán fuentes de agua en los diferentes espacios del Festival.

En cuanto a los artículos promocionales, la organización está reexaminando el origen de los productos de la tienda oficial, para estudiar alternativas procedentes de Francia y el resto de Europa. Además, todas las novedades serán prioritariamente de procedencia europea.

Una alfombra roja completamente reciclable y reciclada

Incluso la alfombra roja también sufrirá cambios. Se dividirá por dos la frecuencia de cambio de la alfombra roja, con lo que se economizarán 950 kilos de material (el 47% del volumen habitual). Además, será completamente reciclable y reciclada. Paralelamente, la moqueta empleada en los espacios del Village Internacional se reducirá en un 24%.

Según la organización, gracias a los procedimientos medioambientales aplicados por el Festival y la ciudad de Cannes se aspira a una valorización global de los residuos de, al menos, un 95%. El objetivo es el “superreciclaje”. Para ello se está investigando la recuperación, el tratamiento y la reutilización de materiales por parte de los actores del mundo cultural local, provincial y regional.

El 89 % de la huella de carbono del evento se debe al viaje de los participantes hasta Cannes y a su alojamiento. Para compensarla, el acceso al Festival estará sujeto a partir de ahora al pago de una contribución medioambiental de 20 euros (IVA no incluido). El importe recaudado se destinará íntegramente a la financiación de proyectos de compensación de carbono de ámbito local, nacional e internacional.

Por último, dado que la producción del evento (preparación y montaje, recursos técnicos, productos derivados) representa el 11 % de las emisiones de carbono, el Festival de Cannes se compromete a compensarlas pagando una contribución medioambiental. Y para garantizar una “asignación pertinente y fiable” de los fondos recaudados, se creará un comité científico de expertos independientes.

Preparativos para el Festival. Foto: FDC

La película sobre medio ambiente seleccionada es:

“La Croisade (The Crusade)”, de Louis Garrel (Francia)

Con Louis Garrel, Laetitia Casta, Joseph Engel, es una obra de ficción en la que los niños se hacen con el poder para proteger el planeta, ante el aburguesamiento de los adultos.

Los seis documentales seleccionados son:

“Marcher sur l’eau (Above Water)”, de Aïssa Maïga (Níger – Francia)

En una aldea víctima del calentamiento global, una niña, a la espera de la creación de un hipotético pozo, se ve obligada a recorrer cada día varios kilómetros en busca de agua.

“Invisible Demons”, de Rahul Jain (India)

El infierno ecológico que supone la contaminación en Nueva Deli y los “demonios invisibles” que son las peligrosas partículas finas.

“Animal”, de Cyril Dion (Francia)

Dos adolescentes comprometidos plantean cuestiones cargadas de sentido común para explicar el colapso de la biodiversidad y tratar de encontrar soluciones.

“I Am So Sorry”, de Zhao Liang (Francia/China)

Los peligros de la energía nuclear: un viaje de Chernóbil a Fukushima que vuelve la catástrofe tangible.

“Bigger Than Us”, de Flore Vasseur (Francia)

Una joven indonesia lucha contra la contaminación por plástico en su país, en el transcurso de un viaje que la lleva lejos de su hogar.

“La Panthère des neiges”, de Marie Amiguet (Francia)

La búsqueda del leopardo de las nieves en las altas mesetas tibetanas, donde se unen la fuerza de la naturaleza y la belleza del mundo.

Web del Festival de Cannes: https://www.festival-cannes.com/es

También te puede interesar: Miguel Ángel Tobías, director de cine: «Estamos en la última frontera para lograr un mundo sostenible»

Ramón Díaz

Ramón Díaz Alonso (Llanes, Asturias; 1962). Trabaja desde 1990 en La Nueva España, primero como corresponsal en la comarca oriental de Asturias, después como responsable de la edición del oriente de Asturias y desde 2017 en la sección de Asturias, especializado en información política, de infraestructuras y ambiental. Colabora desde enero de 2021 con Verde y Azul, el canal de medio ambiente de Prensa Ibérica y Grupo Zeta. Es coautor de varias publicaciones de la Asociación Asturiana de Periodistas y Escritores de Turismo (ASPET).

Hacer un comentario

Últimas Noticias