Verde y Azul

Campaña para proteger el oso pardo frente al cambio climático

Consolidar la tímida recuperación que está experimentando el oso pardo en el norte de España es el objetivo de la nueva campaña lanzada desde el programa europeo Life. ‘Osos con futuro’ es el lema de esta iniciativa, que quiere proteger la especie frente a los efectos del cambio climático y que incluirá la plantación de 150.000 árboles y grandes arbustos en sus hábitats.

Los científicos han lanzado la voz de alarma: el cambio climático afectará al oso pardo. Lo hará –ya lo está haciendo– especialmente en su hibernación, que tenderá a reducirse por el incremento de las temperaturas. Pero también está impactando en la producción de frutos silvestres de los que se alimenta la especie, algunos de las cuales, como el arándano, ya presentan en los últimos años cosechas irregulares.

Todas estas circunstancias auguran que en los próximos años habrá un mayor movimiento de osos durante los inviernos, lo que puede generar interacciones con la caza y otras actividades recreativas y deportivas en auge que se desarrollan en la montaña.

Abordar estos dos problemas es vital para el futuro de este emblemático animal, en peligro de extinción, según el Catálogo Español de Especies Amenazadas.

De la convicción de que  hay que actuar de inmediato ha surgido el proyecto ‘Osos con Futuro’, cofinanciado por el programa europeo LIFE, que se aplicará en ocho espacios españoles de la Red Natura 2000.

Por un lado, el programa se desarrollará en los espacios de Peña Ubiña, Caldoveiro, Montovo-La Mesa, Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias y Somiedo, en Asturias, y en el Alto Sil y la sierra de los Ancares, en León, donde se asienta la subpoblación cantábrica occidental. Por otro lado, el programa se aplicará también en la Montaña Palentina, área que acoge a la subpoblación oriental.

Ejemplar de oso pardo en la Península Ibérica. Foto: Fundación Oso Pardo

Fernando Ballesteros, coordinador del programa Osos con Futuro, resalta que pese a que la especie es “adaptable y muy plástica” se verá afectada por el cambio climático. ‘Osos con Futuro’ base con la idea de “ayudarla a afrontar” esa situación.

Esperanza con cautela

Destaca que la situación del oso cantábrico es “positiva”, pues su población crece desde hace varias décadas y se ha registrado “cierta expansión territorial”, pero su supervivencia aún corre peligro: “Sigue estando en peligro de extinción”.

El incremento poblacional de la especie, unido al hecho de que “desde hace años hay osos que no hibernan o hibernan muy poco” a causa del calentamiento global, incrementa la posibilidad de interacciones y conflictos con el ser humano, apunta Ballesteros.

De ahí que el proyecto LIFE persiga, por un lado, facilitar que los osos encuentren más fácilmente alimento, sin necesidad de acercarse demasiado a asentamientos humanos, y por otro, informar y sensibilizar a los colectivos que desarrollan actividades invernales en la montaña para prevenir conflictos.

El proyecto tiene un presupuesto total de 2,58 millones de euros, contará con una aportación de la Unión Europea de casi dos millones y se prolongará hasta el 31 de marzo de 2025.

Programa de plantaciones de árboles

Prevé la plantación, en varias fases, de 150.000 árboles y arbustos autóctonos productores de frutos carnosos en 225 pequeños bosquetes que ocuparán 155 hectáreas de superficie. A ellos se sumarán 25.000 castaños injertados con variedades autóctonas en otros 75 pequeños bosquetes que ocuparán 55 hectáreas y que, como los anteriores, se ubicarán en localizaciones escogidas considerando el impacto del cambio climático.

También se contempla la restauración de sotos abandonados de castaños, a los que se aplicará un tratamiento para mejorar la producción de fruto y su resiliencia climática. Para estas y otras acciones, los impulsores del proyecto contarán con la participación de investigadores de las universidades de Oviedo, Valladolid, Cantabria y Extremadura.

Además de las plantaciones, el programa ‘Osos con Futuro’ prevé un estudio de la vulnerabilidad al cambio climático de las áreas más sensibles para la conservación de la especie, que será evaluado para su aplicación futura por dos grupos de trabajo con responsables de las administraciones regionales implicadas.

Las acciones del proyecto, según la Fundación Oso Pardo (FOP), suponen una oportunidad de promoción del desarrollo rural y de creación de puestos de trabajo vinculados a las acciones de conservación de la naturaleza y la adaptación frente al cambio climático, con un gran potencial de ser replicados en toda el área de distribución del oso pardo cantábrico, e incluso en otros territorios que se enfrentan a retos similares.

La otra gran línea de acciones del proyecto persigue informar a los colectivos que desarrollan actividades en los montes oseros durante el invierno, fundamentalmente relacionados con la caza y los deportes de montaña.

Se desarrollará una intensa campaña de encuentros con más de 100 asociaciones de cazadores y colectivos de deportes de invierno para explicar los nuevos escenarios ante el cambio climático y concienciar de las implicaciones que ello tiene sobre la actividad de los osos.

La campaña se acompañará de audiovisuales, folletos explicativos y otros materiales de información y concienciación, que también se repartirán por establecimientos turísticos de áreas oseras.

El proyecto ‘Osos con Futuro’, cofinanciado por el programa LIFE de la Unión Europea, se desarrollará hasta 2025. Está coordinado por la Fundación Oso Pardo y cuenta como socios con la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y la Fundación Patrimonio Natural, de la Junta de Castilla y León. El Gobierno de Asturias es cofinanciador a través de la Dirección General del Medio Natural y Planificación Rural, de la Consejería de Desarrollo Rural, Agroganadería y Pesca.

La situación de la especie

Los alrededor de 330 osos que habitan en la Cordillera Cantábrica y el medio centenar que vive en los Pirineos encuentran la mayor parte de su territorio dentro de la Red Natura 2000, cuyo papel protector ha sido y sigue siendo clave en la recuperación de esta especie emblemática.

En la Cordillera Cantábrica la población ha estado reduciéndose hasta finales del siglo XX, pero a mediados de la década de 1990 comenzó un periodo de recuperación que se mantiene en la actualidad.

La población cantábrica de osos está dividida en dos subpoblaciones, la occidental y la oriental. La subpoblación occidental se extiende desde los Ancares lucenses y leoneses hasta llegar a la zona central de la cordillera entre León y Asturias. Las osas reproductoras se extienden por toda el área de distribución de esta subpoblación, entre el suroccidente asturiano y el noroccidente leonés. En el año 2018 se estimaba que esta colonia está constituida por unos 280 osos.

Paraje de Liébana (Cantabria), una de las zonas donde se llevará a cabo el programa. Foto: Pinterest

La subpoblación oriental se distribuye por la Montaña palentina, la Montaña oriental leonesa y los montes cántabros de Campoo de Suso, Polaciones y Liébana, con presencia esporádica de ejemplares en el oriente de Asturias.

Las osas reproductoras orientales se localizan en Cantabria, Montaña palentina y los montes leoneses más próximos a ambas zonas, pero todavía no se extienden por la totalidad de la Montaña oriental leonesa. En 2018 se estimaba que la subpoblación oriental está formado por unos 50 osos.

Las dos subpoblaciones están separadas por una franja de 50 a 80 kilómetros, que se conoce como el Corredor interpoblacional. Hasta principios del siglo XXI, los osos de ambos núcleos estaban casi completamente aislados y no había intercambio genético. Pero al aumentar el número de osos, la comunicación se ha ido restableciendo. En 2008 se detectó en el sector oriental a los primeros osos “híbridos” (con padre occidental y madre oriental), y en la actualidad el trasiego de machos al menos desde el occidente al oriente parece habitual, lo que está acabando con el aislamiento genético.

Las claves del proyecto

Duración: 01/10/2020 a 31/03/2025

Presupuesto Total: 2.580.000 euros

Aportación de la UE: 1.935.000 euros

Coordinación: Fundación Oso Pardo

Objetivo: Mejorar la adaptabilidad del oso pardo al cambio climático en la Cordillera Cantábrica, y así permitirle alcanzar un estado de conservación favorable a medio y largo plazo. Adoptará un enfoque basado en los ecosistemas y promoverá las mejores prácticas que garanticen la disponibilidad de recursos alimentarios y la prevención de conflictos entre humanos y osos.

Fundación Oso Pardo: https://fundacionosopardo.org/

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Ramón Díaz

Ramón Díaz Alonso (Llanes, Asturias; 1962). Trabaja desde 1990 en La Nueva España, primero como corresponsal en la comarca oriental de Asturias, después como responsable de la edición del oriente de Asturias y desde 2017 en la sección de Asturias, especializado en información política, de infraestructuras y ambiental. Colabora desde enero de 2021 con Verde y Azul, el canal de medio ambiente de Prensa Ibérica y Grupo Zeta. Es coautor de varias publicaciones de la Asociación Asturiana de Periodistas y Escritores de Turismo (ASPET).

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