Verde y Azul

Hasta 42 especies de aves de España están en declive

Las campañas de observación que anualmente realizan más de mil voluntarios permite hacer un seguimiento de cuáles son las aves de España en declive. Hay 42 especies en peligro actualmente. Alguna de ellas ya se encuentra en estado crítico y otras acusan bajadas en sus poblaciones realmente drásticas. En cambio, alguna, como es el caso del petirrojo europeo, experimentan un fuerte repunte poblacional.

Un total de 42 especies de aves en España están en claro declive actualmente, lo que representa el 37% del total de especies analizadas en el Programa de Seguimiento de Aves (SACRE) de la ONG SEO/BirdLife.  De ellas, 26 sufren un declive «muy importante».

Así lo ha expresado esta semana el coordinador de ciencia ciudadana de SEO/BirdLife, Juan Carlos del Moral, que advierte que el porcentaje es muy elevado, pese a que otro 44% de especies presenta una tendencia poblacional positiva y el 19% se encuentra en situación estable.

Este es el dato que se desprende del programa de Seguimiento y estudio de las aves comunes en primavera (Sacre) de SEO/BirdLife que esta temporada celebra su 25 aniversario y que cuenta con más de 1.000 voluntarios que cada primavera salen a registrar aves en España.

Contaminación, dificultades para poder hacer sus nidos en los edificios, falta de alimento por la desaparición de los insectos y el cambio climático son las causas que ayudan explicar el delicado momento que atraviesan numeras aves bien conocidas de nuestro país: golondrinas, perdices o el veloz vencejo, que todas las primaveras coloniza nuestra ciudades.

Varias especies de golondrina están en peligro. Foto: Shutterstock

Desde 1996, y gracias a la colaboración de un millar de voluntarias y voluntarios, SEO/BirdLife realiza el seguimiento de las aves comunes en España. Este trabajo ha permitido conocer el estado de las poblaciones de más de 100 especies de aves, así como el estado en el que se encuentran los hábitats de los que dependen.

Aunque el 44% de las especies presenten tendencia poblacional positiva y otro 19% reflejen una situación estable en sus poblaciones, no significa que la situación sea buena.

Estos datos también indican que el 37% de las especies se encuentran en situación desfavorable, una cifra elevada, sobre todo si se tiene en cuenta que para 26 de ellas (el 62% de las que están en declive) su porcentaje de descenso poblacional desde 1998 es superior al 30%

Algunas de estas especies en declive están presentes en gran parte del territorio: alcaudón real, alondra común, calandria común, codorniz común, collalba gris, collalba rubia, curruca rabilarga, escribano cerillo, escribano montesino, golondrina común, grajilla occidental y perdiz roja.

A priori, se trata de una tendencia que obliga a las administraciones públicas incluirlas en categorías de amenaza a escala estatal y regional, lo que implica la elaboración de sus planes de gestión correspondientes para encauzar la mejora de su estado de conservación, según el informe de Seo/Birdlife.

De momento, se consideran bien establecidas las tendencias poblacionales de 114 especies de aves comunes con distinta abundancia y distribución por el territorio. Algunas son muy comunes como el mirlo común, el gorrión común y el serín verdecillo que han sido registradas en más del 90% de las unidades estudiadas, y otras están más localizadas y/o presentes en menor número: tarabilla norteña, pájaro moscón europeo y picamaderos negro, que lo han sido en menos del 5% del territorio.

Cuatro aves amenazadas y una en recuperación

Entre todas las especies de las que se puede obtener información, SEO/BirdLife pone el foco en cinco de ellas, dado que ilustran la situación de otras muchas en los distintos hábitats: el roquero rojo, el alcaudón real, la perdiz roja, el vencejo común y el petirrojo europeo.

El roquero rojo, con un descenso del 95,3% en sus poblaciones desde 1998, podría entrar en peligro crítico en base al análisis preliminar de la evolución de su población. Es una especie ligada a la alta montaña y la disminución de sus efectivos es de las más altas registradas entre las aves comunes. El cambio climático podría ser uno de los causantes de ese declive, pues es en la alta montaña donde este fenómeno está originando cambios en la fauna y flora a mayor velocidad.

Ejemplar de roquero rojo. Foto: SEO

El alcaudón real es un ave rapaz a pequeña escala, un gran depredador de saltamontes, grillos y pequeños vertebrados que cada día son más escasos. Presenta un declive del 62,6%, por el enorme uso de productos químicos que limitan las «malas hierbas» de las explotaciones agrícolas, pero que eliminan también gran parte de la vida animal en las mismas.

La perdiz roja tiene una gran proporción de su población ligada a los hábitats agrícolas y, a pesar de ser granívora, el desarrollo de sus pollos y parte de su biología depende en gran medida de insectos. Por ello, sufre una gran amenaza por la desaparición de su sustento, mostrando una tendencia de disminución del 38,4% en sus poblaciones. Además, tiene otras amenazas como el uso de fungicidas, la repoblación e hibridación con especies de perdices no autóctonas o la caza en lugares donde sus poblaciones están muy mermadas.

Perdiz roja. Foto: Agencias

El vencejo común pasa su vida en vuelo y solo descansa para incubar los huevos que darán origen a las nuevas generaciones y para alimentar a sus pollos. Es una especie común que desde siempre está ligada a las construcciones humanas, donde encuentra huecos en los que sacar adelante a sus pollos. Cada vez es más escasa por problemas ligados a los medios urbanos, como la contaminación, la falta de lugares donde criar por reformas en los edificios, o la falta de alimento con una tendencia negativa del 27,2%.

Una excepción: El petirrojo europeo, por el contrario, como otras especies ligadas a los medios forestales (no todas), parece tener una evolución positiva en sus poblaciones, con un aumento del 44,4%. El abandono de la actividad agraria y forestal en algunas zonas, así como las reforestaciones pasadas que van madurando, conllevan el avance y consolidación de los bosques y zonas arbustivas, lo que parece explicar que gran parte de las especies más generalistas ligadas a estos medios tengan tendencias positivas y mejor estado de conservación que las anteriores.

«Sorprende ver en la lista de declives a aves que forman parte de nuestro imaginario colectivo porque son aves que siempre nos han acompañado. El gorrión es, probablemente, el mejor ejemplo, pero hay otras aves comunes que están lanzando la misma voz de alarma. Son el termómetro de la salud de nuestro medio ambiente, pero también ponen números al estado de nuestra calidad de vida» expresa Asunción Ruiz. No en vano, el Sacre es uno de los indicadores para que Eurostat determine la calidad de vida de la ciudadanía europea.

Petirrojo, una especie que mejora en España. Foto: Pinterest

Aunque el programa Sacre está dirigido a las aves comunes, durante los muestreos de campo se registra información de todas las aves detectadas y se dispone de registros de más de 200 especies (teniendo en cuenta rapaces, limícolas, anátidas, etc.), ofreciendo información adicional que, como en el caso del sisón común (un ave esteparia que muestra un declive acusado y que atestigua el difícil momento que atraviesan las aves vinculadas a los medios agrícolas).

Muchas de ellas no son abundantes (por ejemplo, el treparriscos) mientras que otras sí (por ejemplo, busardo ratonero) y en muchos de estos casos se empieza a disponer de tanta información que también se podría evaluar la evolución de sus poblaciones.

Un aspecto muy importante del programa Sacre es la información que facilita sobre el estado de conservación de diferentes tipos de hábitat a través de los datos poblacionales de las aves asociadas a ellos. La mayoría de las especies dependen principalmente de determinados ambientes y la tendencia de estas puede dar una idea de la existencia o no de problemas de conservación en los mismos.

La evolución en los medios arbustivos se encuentra en torno a la estabilidad y la de medios forestales y urbanos en general en aumento. Esto no quiere decir que todas las especies de aves que se encuentran en estos medios tengan una tendencia también positiva, aunque sí la mayoría.

De hecho, en las más relacionadas con los medios urbanos se registran importantes declives en aves tan emblemáticas y representativas como el gorrión común o el vencejo, mientras que se observa una importante evolución positiva de la tórtola turca, del estornino negro o de nuevas especies en este medio como la paloma torcaz o la cotorra argentina, si bien esta última no está incluida en el cálculo de la tendencia en estos medios.

El caso de las aves ligadas a medios agrarios es sin embargo más contundente, especialmente de las especies asociadas a cultivos herbáceos. Para ellas, los datos muestran un declive constante a lo largo de estos años, con casos destacables como los del ya citado sisón y el aguilucho cenizo (declives confirmados con censos específicos), la codorniz, o las más discretas calandrias.

Más información en https://seo.org/wp-content/uploads/2021/04/Separata_Sacre_2020.pdf

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9 comentarios

  • ¿Estudio realizado por la misma organización que se llevó miles de euros para diseñar una cartucheria sin plomo y tras varios años no hizo nada? Ejemm Ejemm me da que pensar ¿New Chiringuito?

  • Muy interesante el articulo para comprender como y por que de la existencia o no de fauna. Como afectan ciertas cosas a su sustento, temperatura, facilidad o no de nidificación etc

  • Es lamentable observar cómo la cotorra argentina se hace dueña de entornos donde antes abundaban gorriones y demás especies. Aparte vemos cómo devoran flores de almendro o de infinidad de árboles que sirven de sustento a multitud de insectos.
    Por otro lado las hurracas son cada vez más abundantes y sabiendo el daño que hacen esquilmando miles de nidos de aves de menor tamaño.
    Y por último una vez más el ser humano que saquea nidos de jilgueros y demás fringílidos para enjaular privándonos de sus dulces cantos en libertad.

  • Curioso que los ecolojetas no comenten la prolifelación de Urracas que impiden que los pasariformes realicen los nidos en los campos y lo hagan en los àrboles de las aceras. También tiene la culpa la caza de esto?. Demasiada ONGs subvencionadas en este pais que no sirven para nada para el medioambiente.

    • Que yo sepa la urraca no es un ave de caza, estarás harto de comer urracas y ahora te las hallan prohibido cazar, mira donde los cazadores pegan tiros las aves se van a anidar a la ciudad, están mas tranquilas y tienes un ejemplo muy espectacular, en Badajoz la ciudad de las aves, mucho cazador subvencinado y mucho toreo, en resumidas mucho asesino, sin remordimiento.

  • Estudio mal realizado con un sesgo politicamente intencionado, creo que los comentarios van más acertados que el articulo, las aves del estudio son victimas de las urracas, además hay que sumar la competencia de estorninos, tortolas turcas y cotorras, que se han multiplicado exponencialmente en los ultimos 30 años, por favor, medid la masa total de aves y vereis que en España ha aumentado, os lo digo como ornitologo aficionado desde hace 30 años…. y poneros a trabajar.

  • Especies artificialmente amentadas por el hombre en la ciudad y pueblos hay d reducirse drastica o totalmente como Palomas, Tortolas, Cotorras en favor de Gorriones, Vencejos, Jilgueros y otras de Pueblos o Parques de Campos que además se alimentan de mosquitos y moscas dañinas o epidémicas.

  • Como siempre se les ha olvidado destacar uno de los problemas graves que tiene la perdiz roja y que nunca enumeran, depredadores como:
    Jabalí, zorro, urraca y otros, que son los que merman los nidos y las polladas.
    Pero el negocio consiste en solo poner lo interesa.

  • Cuanto cazador ilegal de pueblo y agricultor ofendidito veo comentando por aqui 🙂 Hace ya años que se venía observando cómo los pesticidas de los campos reducían la población de aves silvestres. En todos los pueblos, los cazurros se dedican a colocar mallas o pequeñas trampas para cazar pájaros indiscriminadamente. Cada vez que salgo a pasear al campo desmantelo mas de 20 trampas en zonas públicas y protegidas. Es mas fácil echar la culpa a la cotorra, al zorro u otras especies invasoras que admitir las causas reales (porque os afectan de primera mano, eh?). Hay que tener poca vergüenza.
    Porqué no cazan a las especies invasoras en vez de a las autóctonas?
    Por cierto, buen artículo.

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