Sergio F. NúñezEl Pacto Verde de la Comisión Europa aprueba un aumento del 15% en su previsión inicial de reducción de emisiones para la próxima década.
Se venía trabajando en ello en Bruselas, en silencio y desde hace varios años, y ya es una realidad. Después de negociaciones interminables la Unión Europea ha llegado a un acuerdo para aprobar en su Pacto Verde un aumento del recorte de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030.
Ha sido una mejora del pacto mucho más costosa de lo que se esperaba inicialmente por las reticencias de los países del este, más dependientes del carbón.
Un acuerdo que Bruselas consideraba fundamental: Un aumento de las expectativas comunitarias de cara a conseguir la neutralidad climática antes de 2050.
Finalmente, la cifra de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero se eleva hasta el 55% tras dejar atrás el 40% inicialmente fijado, pero sin llegar hasta el 60% exigido por varios miembros. Un aumento considerable para hacerle frente a la emergencia climática mundial.
Baremos y porcentajes que tienen como referencia los datos registrados en 1990.
Se acaba con años de reticencias por parte de países, principalmente del este, más dependientes de la producción de carbón. El ejecutivo de Ursula Von der Leyen ha tenido que pasar por encima de las dudas de capitales como Praga, Berlín o Varsovia, a las que hará, eso sí, concesiones millonarias que compensen la apuesta.
2030: Meta volante
Este acuerdo es fundamental para conseguir el objetivo a largo plazo marcado por la Unión Europea, que no es otro que la neutralidad climática antes del año 2050. Es decir, que la producción del total comunitario de gases de efecto invernadero no sea superior a los que puedan ser absorbidos de forma natural.
El fin de la era de los combustibles fósiles está ahora más cerca con este paso hacia adelante, aunque cada miembro de los 27 lo hará “a su manera”. El Consejo recoge en sus conclusiones que los estados podrán decidir su mix energético incluyendo la elección de tecnologías de transición como puede ser el gas.
Carta blanca aparente, pero ojo supervisor constante del regulador europeo para que se cumplan los tiempos y las claves del pacto.
Europa quiere el liderazgo
La confirmación de la firma de mejora del Pacto Verde europeo llega en la semana en la que se cumplen cinco años de otra firma histórica, la del Acuerdo de París. Esto ha dado pie a mensajes épicos como el del presidente galo, Emmanuel Macron, que en su cuenta de Twitter ha pedido que “hagamos todo lo posible para sacarlo adelante. Ahora. Todos juntos. ¡Porque no hay plan B!”.
En el horizonte está la próxima cumbre – virtual – de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en la que se analizará la situación climática y en la que Europa portará la bandera del liderazgo contra la crisis.
La batalla para ponerle fin a la emergencia climática que atraviesa el mundo se libra ya en todas las esquinas del globo.
Al enorme paso adelante dado en los últimos meses por gigantes como China o Japón y el aumento de declaraciones de Emergencia Climática, como en Australia, se suma también la salida de Donald Trump de la Casa Blanca.
La llegada de Joe Biden, un convencido de la lucha contra el cambio climático, a la presidencia de Estados Unidos, este incremento del nivel de exigencia en la Unión Europea y la apuesta de Asia, hacen prever que ahora sí, el planeta entero está del mismo lado y apuesta por ponerle fin a la emergencia climática.
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