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halcón de eleonora

Cientos de halcones de Eleonora salen de España con destino a Madagascar

El halcón de Eleonora (o Eleonor), Falco eleonorae, es una fascinante ave que en España puede verse habitualmente en verano. Pero, al llegar noviembre, emprende un impresionante vuelo migratorio que le llevará a cruzar toda África a lo largo de más de 8.000 kilómetros hasta llegar a Madagascar. En España, vive básicamente en los dos archipiélago y su población ronda el millar de parejas.

El halcón de Eleonora pasa su vida viajando entre islas. En verano, elige las costas españolas, asentándose en el Mediterráneo (como Baleares o Columbretes) y en Canarias, donde aprovecha las cálidas temperaturas y los acantilados marinos para reproducirse.

En invierno, en cambio, este halcón marino, esbelto, ágil y viajero, decide recorrer cientos de kilómetros para pasar el periodo frío en los lluviosos bosques de Madagascar. El halcón de Eleonora es un ave con un comportamiento inusual, pues se diferencia de todas las demás por sus tiempos de cría y forma de migración. En ambos casos demuestra una depurada técnica de supervivencia.

Este halcón, del que existen entre 957 y 1.170 parejas en España, se caracteriza por haber logrado una adaptación única entre las aves europeas. Su periodo de reproducción comienza a finales de julio -cuando la mayoría de aves lo hace en primavera-. Lo curioso es que, aunque llegan mucho antes a nuestro país (en abril), no comienza la cópula hasta esas fechas tan tardías en el verano y esto obedece a una estrategia con la que poder preparar a los pollos para que estén fuertes y puedan afrontar con éxito, junto al resto de la bandada, su viaje migratorio.

Halcón de Eleonora. Foto: Shutterstock

La clave está en la alimentación. Para poder hacer un recorrido de 8.404 kilómetros que le lleve a pasar el invierno en Madagascar, hay que conseguir una gran cantidad de alimento. Los halcones de Eleonora lo consiguen gracias a la caza de pequeñas aves paseriformes mediterráneas y norteafricanas que justamente en ese momento empiezan a emigrar.

Pero la captura de esas aves constituye un cambio radical en su dieta, pues el resto del año suelen comer  libélulas, escarabajos, saltamontes y otros insectos. Este aumento de ingesta se explica por el largo viaje que deberá realizar toda la prole tan solo unos meses después de nacer los pollos.

El lugar favorito de los halcones de Eleonora son los escarpes, cuevecillas o repisas en los acantilados, donde, sin realizar nido alguno, depositan dos o tres huevos de color blanco rosado con numerosas motas pardas, que serán incubados por la hembra.

Tras 28 días de incubación —normalmente a finales de agosto o primeros de septiembre—, nacen los pollos. Durante la reproducción, los machos aprovechan las condiciones óptimas del viento para cazar y así alimentar a su familia. Después acumula sus presas en pequeñas despensas que forman alrededor de sus nidos.

Así, el retraso estratégico en la reproducción proporciona ahora a estos ágiles halcones una inagotable fuente de presas con las que alimentar a sus pollos, que tras 35 y 40 días en el nido, completan su desarrollo.

En noviembre, hacia Madagascar

Cuando llega noviembre los halcones de Eleonora comienzan su largo viaje hasta Madagascar para invernar, lo hacen siguen la ruta más directa posible, atravesando África sin tratar de evitar ninguna barrera ecológica y siempre en grupos grandes.

Hasta ahora, debido a las características marítimas de esta ave, se pensaba que daban un rodeo por todo el continente, dados sus hábitos costeros. Pero en los últimos años, gracias a las tecnologías de rastreo por radar, se ha descubierto que no es así.

Foto: Pinterest

Durante la migración postnupcial el halcón de Eleonora cruza el mar Mediterráneo y atraviesa  directamente el desierto del Sahara junto a sus compañeros.

Tras la llegada a la zona del Sahel, los más jóvenes reponen energías del largo viaje. Después, los halcones continúan en dirección sureste para alcanzar la isla de Madagascar en un vuelo sin paradas de aproximadamente 600 kilómetros más.

Una vez en la isla, pasan el invierno en sus bosques lluviosos. No obstante, se ha estudiado que algunos jóvenes deciden detener su viaje cuando aún están en el continente africano.

La migración, su principal enemiga

Pese a no tratarse de un ave considerada en riesgo, el halcón de Eleonora puede encontrarse con diversos peligros durante su periplo migratorio que se deben tener en cuenta. Y es que el hecho de que todos los ejemplares de la especie en España estén muy concentrados en dos lugares y tengan un comportamiento similar -tanto durante la cría como en la invernada- podría jugar en su contra. Estos halcones podrían ser susceptibles de una disminución global de gran calado en el caso de que se dieran perturbaciones locales.

También se han citado como factores de amenaza la coincidencia del periodo reproductor con la apertura de la temporada de caza, las molestias derivadas del turismo (especialmente por el ruido de las embarcaciones recreativas), depredación por parte de la gaviota patiamarilla y la contaminación por pesticidas organoclorados.

En el pasado, las maniobras militares destruyeron su hábitat y causaron molestias, pero en la actualidad este tipo de actividades han cesado.

El nombre de la especie se dio en honor de Leonor de Arborea (hacia 1350-1404) de Cerdeña, célebre por haber establecido la primera legislación de protección de rapaces, aunque muy probablemente esta protección estaba destinada a reservar la utilización de los animales únicamente por la nobleza.

Más información: http://www.seo.org/boletin/seguimiento/migracion/06_halcon_eleonora/html5forpc.html?page=0

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Verónica Pavés

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