Verde y Azul

Canarias: ¿Puede convivir un macropuerto con un santuario de ballenas?

Fonsalía. Guía de Isora. Tenerife. En las azules aguas atlánticas que bañan este pueblo canario habitan casi una treintena de especies diferentes de cetáceos. La excepcional riqueza natural de este paraíso llamó la atención de la Alianza Mundial de Cetáceos, un organismo que ha decidido declarar la costa suroeste de Tenerife como el primer santuario de ballenas de Europa y el tercero del mundo. Pero en este enclave se halla también una zona con vocación de crecimiento turístico: Guía de Isora. Allí, la construcción del macropuerto de Fonsalía es vista por muchos en Canarias como una nueva oportunidad de desarrollo y una mejora de las comunicaciones marítimas con el resto de las islas de la provincia.

La tramitación de este proyecto ha abierto, nuevamente, una brecha entre la necesaria protección de la naturaleza y el ansiado desarrollo económico. Miles de ciudadanos (324.000 firmas hasta ahora) han alzado la voz para denunciar el grave deterioro que podría resultar de la ejecución de un proyecto que lleva casi 30 años en la mente de empresarios y políticos de la isla.

Rescatar un antiguo proyecto

Del Puerto de Fonsalía se habló por primera vez en 1995. Fue entonces cuando el proyecto se declaró como obra estratégica en el Plan de Infraestructuras de Tenerife. Hasta ahora, esta iniciativa se ha ido retrasando y ya parecía haber quedado archivada en un cajón. Pero las ansias de desarrollo económico quieren rescatar el proyecto y tanto el Cabildo de Tenerife, como la mayoría de partidos de la oposición, el Gobierno de Canarias y los empresarios de la isla están decididos a llevar adelante este puerto.

Recreación del puerto proyectado en Fonsalía.

No solo por el desarrollo turístico de esa zona de Tenerife, sino porque están convencidos de que mejorará de manera manifiesta las conexiones marítimas con el resto de islas de la provincia occidental, es decir, La Palma, La Gomera y El Hierro.

Cabe resaltar que a estas islas actualmente se tiene que zarpar a través del único puerto comercial del que dispone la isla en su zona sur de Tenerife, el puerto de Los Cristianos, cuya numerosa actividad lo ha arrastrado a “una situación insostenible”, según la Administración.

El presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, lo tiene claro: el puerto de Fonsalía es la solución. Alcalde durante muchos años de Guía de Isora, el municipio en el que se encuadra la zona prevista para la construcción (entre los pueblos de Alcalá y Playa San Juan), Martín es defensor de la construcción de este macropuerto.

“Ayudará a establecer mejores conexiones y reducirá la huella de carbono al hacer los trayectos más cortos”, insiste el presidente. Martín es consciente de la necesidad de proteger los cetáceos que forman parte de la riqueza natural de las Islas, pero insiste en que “no solo están en Fonsalía, sino en toda Canarias”.

Ubicación del proyecto, en un ‘agujero’ de la zona protegida marina

Asimismo, recuerda que tras las colisiones con cetáceos por parte de barcos de varias navieras en sus recorridos por las islas, se tomaron medidas correctoras que han permitido reducir su mortalidad. Por esta razón, insiste en que las medidas de protección deben ser equiparables para toda Canarias y no solo estar enfocadas a Fonsalía.

En este sentido también se posicionó el presidente de la Autoridad Portuaria de Canarias, Carlos González, durante el pasado año, pero con un matiz: la solución podría estar en cualquier lugar del sureste de la isla. El responsable de puertos considera que hay que buscar una solución para descongestionar el tráfico marítimo de Los Cristianos.

«Fonsalía es un puerto necesario», insistió, pero concluyó que su realización solo será posible si se “cumplen las medidas ambientales, respetando la normativa vigente y la conservación de una zona importante desde la perspectiva de la ecología».

Y es que a pesar de contar con el visto bueno de la mayoría de las entidades Canarias, para construirse el proyecto debe cumplir con los más de 20 condicionantes medioambientales marcados por el Ministerio de Transición Ecológica. Otros, como el propio Martín, consideran que Fonsalía es la única alternativa, pues otros puertos ya construidos no cumplen los requisitos necesarios.

La naturaleza impone sus límites

El hecho, y el principal escollo con el que se ha encontrado el desarrollo económico es la propia naturaleza. En esa zona existe una amplia franja donde ballenas, rorcuales, delfines y otras especies de cetáceos han encontrado un sitio idóneo para vivir.

Es uno de los pocos lugares del mundo donde estos animales encuentran un hogar en el que surcar los mares durante todo el año y donde reponerse para su próxima migración. Por estos motivos, hace pocos meses fue declarado como el tercer santuario de cetáceos del mundo.

Pero los cetáceos y las turbinas de las embarcaciones no son la pareja perfecta. En 2019, Hope, una hembra joven de calderón tropical, tuvo que ser sacrificada en el suroeste de Tenerife porque la hélice de un barco le cortó la cola. La foto de la hembra herida ha dado la vuelta al mundo, pues su trágica muerte recuerda que podría haber vivido plácidamente hasta los 60 años, pero solo tuvo la suerte de vivir hasta los tres o cuatro años.

La hembra de calderón Hope, con su cola seccionada por un barco, en esta zona. Foto: Francis Pérez

La bióloga de la Universidad de La Laguna (ULL), Natacha Aguilar, remarca que la construcción del puerto “incrementará en un 50% el tráfico de barcos deportivos, además del tráfico de grandes buques”. Por ello, el riesgo de colisiones mortales y la contaminación acústica, química, de residuos y lumínica aumentará de manera importante, afectando a una gran abanico de especies, tanto fauna marina como a las aves, asegura.

Hope se ha convertido en un símbolo para la lucha contra la construcción del muelle de Fonsalía. Según el grupo Ecologistas en Acción, “es un atentado medioambiental con todas sus letras”. Como recuerdan, esta zona no es especial solo por haber conseguido la consideración de santuario, pues mucho antes ya estaba protegida con la figura de Zona de Especial Conservación (ZEC), una figura incluida en la Red Natura 2000.

Concretamente la llamada ‘Franja Marina Teno-Rasca’ cuenta con una extensa superficie de 69.489,68 hectáreas. “Es una joya”, señala Aguilar, que recuerda que esta zona alberga 74 especies protegidas, de las cuales 26 son especies de cetáceos. “Esto incluye la mayor población de calderón tropical conocida en Europa”, indica Aguilar.

Si bien este macropuerto estaría ubicado en un “agujero a la conservación” que se permitió introducir en esta extensa Zona de Especial Conservación, justamente para posibilitar su construcción, lo cierto es que esta superficie excluida no tiene menos valor ambiental que el resto de la zona ZEC que la rodea.

“Justamente, la zona de Fonsalía está declarada por Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico como área crítica para la tortuga verde, que es una especie catalogada como en peligro de extinción, y prioritaria dentro de la Directiva Hábitat Europea”, remarca la bióloga de la ULL.

Los ecologistas afirman que tras su construcción, las praderas de fanerógamas marinas ‘sebadal’, tortugas marinas boba y verde, delfín mular y calderón tropical, sufrirán graves consecuencias. También todas ellas están protegidas a nivel europeo. Por esta razón, consideran que la construcción del puerto de Fonsalía incumpliría la legislación europea, al no justificarse su declaración de «interés general»  y al existir alternativas viables de menor coste ambiental y económico, «reorganizando el tráfico marítimo y terrestre del puerto de Los Cristianos».

Tramo de costa donde está previsto el puerto. Foto: El Día de Tenerife

La campaña que se ha realizado a través de la figura de la icónica Hope ya cuenta con más de 324.000 firmas que, de momento, han sido desoídas por el Cabildo de Tenerife, quien en una sesión plenaria celebrada a final del mes de julio votó en contra de una moción de Sí Podemos Canarias con el fin de frenar el desarrollo de este proyecto.

Ahora, los ecologistas esperan que sea la Unión Europea quien acabe por paralizar toda la obra, dado que tanto el Parlamento Europeo como la Dirección General del Medio Ambiente de la Comisión Europea pueden denegar los permisos y fondos al Estado español o a Canarias y así evitar que se construya.

“Cuando un proyecto afecta a la red Natura 2000, solo es legal realizarlo si se declara de interés público de primer orden y si no hay opciones para ello (por ejemplo, un hospital en una zona donde no hay)”, afirma Natacha Aguilar, quien sentencia que “en este caso, el puerto se ha declarado de interés público, pero los argumentos son altamente cuestionables”.

Enlaces de interés sobre el proyecto:

https://www.ecologistasenaccion.org/122581/no-al-puerto-de-fonsalia/

https://you.wemove.eu/campaigns/11295

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Verónica Pavés

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