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Los planes de la UE para salvar el Ártico del cambio climático

El vicepresidente de la UE, Josep Borrell, propugna una alianza internacional para que el área alrededor del Polo Norte sea un lugar “seguro, estable, sostenible, pacífico y próspero”

“Un Ártico seguro, estable, sostenible, pacífico y próspero es importante no solo para el Ártico en sí mismo, sino también para la Unión Europea y, de hecho, para el mundo entero”, indicó Josep Borrell, vicepresidente y alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, durante su intervención en la conferencia ‘Artic Frontiers’, celebrada en Tromsø (Noruega), con el lema ‘Tender puentes’ y el objetivo de propiciar en esa zona del planeta un crecimiento y un desarrollo responsables, basados en el conocimiento del territorio.

Con esas palabras, el político español manifestaba el firme compromiso de la Unión Europea para preservar el Ártico y frenar los efectos del cambio climático. Un objetivo que centrará la política actualizada de la Unión sobre el Ártico, que será aprobada en el cuarto trimestre de este año. Todas las estrategias que se planteen en esa actualización estarán pensadas para el beneficio de las futuras generaciones de los habitantes del Ártico, incluidos los pueblos indígenas, según anunció Borrell.

Entre los efectos que ya se han constatado en el Ártico destacan que el grosor del hielo ha disminuido el 40 por ciento en los últimos 30 años y que el nivel del mar ha aumentado 19 centímetros desde 1901, según Greenpeace y WWF.

“El compromiso de la Unión Europea en los asuntos árticos es ‘clave’ para nuestra política exterior”, indicó Borrell, porque “estamos en el Ártico y tenemos intereses tanto estratégicos como cotidianos en los asuntos árticos”.

Osos polares en el Ártico. Foto: Pixabay

El vicepresidente de la UE destacó que el Ártico es “un ejemplo” de por qué se hace necesaria“la cooperación multilateral”. Reconoció que los Estados árticos tienen la “responsabilidad principal”a la hora de abordar los problemas dentro de sus territorios, pero expresó que muchos problemas que afectan a las regiones árticas “solo pueden abordarse, o de manera más efectiva, a través de la cooperación regional o multilateral”.

Josep Borrell subrayó que muchos de los problemas que afectan al Ártico son “de importancia fundamental para la dinámica geopolítica, para cuestiones de seguridad más amplias y para el cambio climático, que independientemente de la pandemia actual sigue siendo probablemente el mayor desafío global que enfrenta la humanidad”, destacó.

“Creemos que la mayoría de las tensiones en el Ártico están relacionadas principalmente con la postura geopolítica global” y las cuestiones de seguridad y protección de esa zona del planeta, aunque“pertinentes”, deben verse “en un contexto más amplio”, apuntó el mandatario de la UE, para quien la “mayor amenaza” a la que se enfrenta el Ártico es la misma que el resto del mundo: “el cambio climático”. Con un agravante: “Los aumentos de temperatura son el doble de los promedios globales: dos o tres grados Celsius adicionales a nivel mundial se convierten en cinco o seis grados en el Ártico. Como consecuencia, el derretimiento del hielo y el deshielo del permafrost ya están ocurriendo y se están acelerando”, alertó Borrell.

En su opinión, las cuestiones climáticas y energéticas son asuntos que afectan “a la seguridad ambiental, a la seguridad sanitaria y a la seguridad social”; esto es, “a todas las dimensiones de la seguridad”. Y deben abordarse a través de“medidas nacionales, combinadas con la cooperación internacional”, porque considera que las medidas nacionales, en solitario,“no serán suficientes”.

La UE quiere liderar la recuperación del Ártico. Foto: Pexels

Borrell destacó que en el marco del programa insignia de la Unión Europea, el denominado ‘Pacto Verde’, que pretende ser la respuesta al cambio climático y medioambiental y a los retos sociales que implica, las autoridades comunitarias están“presionando con fuerza” para reformar las políticas internas y alcanzar acuerdos multilaterales efectivos con el fin de lograr una transición desde las actuales economías con alto contenido de carbono. “Nuestro objetivo es lograr la neutralidad de carbono para 2050”, añadió.

Trabajar con otros países fuera de la UE

Claro que los dirigentes comunitarios son conscientes de que la Unión Europea solo representa un poco más del 7por ciento de las emisiones globales. De ahí que se hayan marcado un objetivo: “Trabajar con todos nuestros socios en todo el mundo, y no menos con los Estados árticos, para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París”, señaló Borrell. “Porque incluso si, por algún milagro, logramos deshacernos del 7 por ciento de nuestras emisiones mañana, el problema sería el mismo. Necesitamos involucrar al resto de la humanidad, predicar con el ejemplo, involucrarnos tanto como podamos, pero sabiendo que nosotros solos no podemos resolver el problema”, añadió.

La Unión Europea quiere por lo tanto trabajar con sus socios para lograr un “equilibrio sólido entre la necesidad de precaución y preservación del medio ambiente, de los recursos y de la cultura, y el deseo de utilizar y desarrollar económicamente las regiones árticas y sus recursos en beneficio de los habitantes locales”, expresó Borrell.

El que fuera presidente del Parlamento Europeo entre 2004 y 2007 se refirió a las personas que residen en el Ártico, en especial a los pueblos indígenas y a los jóvenes, que a su juicio, saben que lo importante y difícil es equilibrar estos objetivos “con la retención de puestos de trabajo y los beneficios de la actividad económica en sus regiones”.

Borrell concluyó su discurso recordando que la Unión Europea está actualizando su política ártica este año, y que se ha marcado tres objetivos clave: “En primer lugar, preservar el Ártico como región de cooperación pacífica; en segundo lugar, frenar los efectos del cambio climático; y en tercer lugar, apoyar el desarrollo sostenible de las regiones árticas en beneficio de las generaciones futuras”.

La conferencia Arctic Frontiers, que inició sus pasos en 2006, se ha ganado la reputación de ser las principales conferencias centradas en los alrededores del Polo Norte. Incluye dos secciones: los dos primeros días se reservan para la sección de política y los tres siguientes se dedican a la sección de ciencia.

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Ramón Díaz

Ramón Díaz Alonso (Llanes, Asturias; 1962). Trabaja desde 1990 en La Nueva España, primero como corresponsal en la comarca oriental de Asturias, después como responsable de la edición del oriente de Asturias y desde 2017 en la sección de Asturias, especializado en información política, de infraestructuras y ambiental. Colabora desde enero de 2021 con Verde y Azul, el canal de medio ambiente de Prensa Ibérica y Grupo Zeta. Es coautor de varias publicaciones de la Asociación Asturiana de Periodistas y Escritores de Turismo (ASPET).

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