Dinamarca, el país, y Een Til Een, el estudio de arquitectos. Con esos dos protagonistas se escribe la historia de la construcción de la primera casa biológica del mundo: una casa construida a base de desechos.
Están por todas partes. Más altas, más bajas, más gordas, más delgadas… viejas, nuevas, grises o de colores. Están por todas partes. En las grandes ciudades y en los pequeños pueblos. Edificios de viviendas, casas individuales, chalets, adosados, dúplex… hay millones de casas, pero ninguna, hasta ahora, construida a base de desechos.
Cuando pensamos en una construcción nos imaginamos un edificio robusto, fuerte y capaz de soportar cualquier inclemencia a base de la solidez de sus materiales, pero ¿imaginas una casa construida a base de hierba, paja o algas marinas? Ya existe.
La ciencia y la arquitectura nos demuestran cómo una casa fabricada con montones de hierba recuperada, paja y algas marinas es capaz de comportarse en términos de calidad y fiabilidad como cualquiera de las tradicionales.
Y lo hace además siendo responsable con el medio ambiente. Una casa biológica, la primera del mundo, levantada en tierras danesas de la mano del estudio de arquitectura Een Til Een, y que se ha servido de desechos para fabricar las materias primas con las que ha sido construida.
Tecnología en el tratamiento de materiales
La clave está en la forma en que se consigue que ese material gracias a la tecnología avanzada de fabricación digital con bio-proudctos agrícolas reciclados. Excedentes que en otro tiempo se hubiera utilizado para generar energía y que han sido modificados para ser aptos en la construcción de viviendas.
Sostenibilidad que va más allá de la construcción porque debemos tener también en cuenta que se ha evitado el impacto de la emisión de gases contaminantes generados en la combustión de esos materiales.
La casa biológica está construida con productos biológicos agrícolas, demostrando cómo se pueden utilizar los recursos residuales locales para generar valiosos componentes de construcción.
Con su puesta en marcha, además de reducir el impacto en el medio ambiente, se consigue estimular la economía local y verde ya que se demuestra cómo se pueden aprovechar los excedentes de productos agrícolas como paja, cereales, arroz, cáñamo, lino y otras fibras de celulosa para desarrollar este tipo de materiales.
Construcción y diseño ecológico
Una vivienda neutra desde el punto de vista medioambiental y cuyo diseño va mucho más allá del uso de materias primas sostenibles.
La intención era desarrollar un proyecto de vivienda moderna inspirado en la filosofía Cradle to Cradle, es decir, sin producir residuos. Los promotores del proyecto quieren aportar una solución a la crisis climática en la que estamos inmersos.
Su vanguardia también ha puesto en marcha revestimientos ecológicos utilizando la tecnología Kebony Chaacter con la que se ha mejorado la madera blanda de coníferas obteniendo paneles duraderos y robustos perfectos para la construcción.
Estéticamente, además, con el paso del tiempo, este proceso le dotará de un carácter rústico precioso gracias al desarrollo de una pátina en su gris plateado.
Después de muchas pruebas, y con la intención de reducir al máximo el impacto sobre el planeta, desecharon la construcción tradicional con base de cemento y la pusieron en pie sobre pilares de tornillo.
Esto también permitirá que la casa sea desmontada y transportada a casi cualquier lugar del planeta sin causar ningún tipo de daño al terreno.
El proyecto danés se ha puesto en marcha gracias al respaldo del Fondo Danés del Ministerio del Medio Ambiente para la Construcción Ecológica.
Una muestra más de que sí que podemos cambiar la forma en que hacemos las cosas para no acabar con los recursos del planeta.