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La lagartija de Ibiza, especie única en el mundo, amenazada por culebras invasoras

La lagartija de Ibiza y Formentera es un reptil único en el planeta con más de veinte subespecies diferentes. Desde hace trece años, tres especies de culebra llegadas desde la Península a través de los olivos para viveros están diezmando sus poblaciones. Los expertos creen que la lagartija de Ibiza puede desaparecer en veinte años.

La lagartija endémica de Ibiza y Formentera (Podarcis pytiusensis) ya estaba presente en ambas islas antes de que el hombre hiciera su aparición en las mismas, hace unos 4.000 años. Muchas especies animales han pasado por las Pitiusas a lo largo de los siglos, pero una de las pocas que han permanecido siempre allí han sido sus populares lagartijas, convertidas ya en un símbolo de la identidad insular. Ahora está en peligro por primera vez.

La causa de esta situación es la invasión de serpientes procedentes de la Península que sufre la isla desde hace más de una década. Entonces, cargamentos de olivos llegados en barco destinados a viveros de la isla se convirtieron, sin saberlo, en un arma mortífera para la lagartija.

Estos olivos llevaban polizontes a bordo: culebras de varias especies, pero sobre todo las de herradura y la de escalera, habituales en la Península pero que en Ibiza y Formentera no han existido jamás. Son, por tanto, especies invasoras que compiten con la lagartija por los mismos alimentos y los mismos hábitats. El popular reptil ibicenco lleva las de perder, pues hasta ahora no tenía depredadores de este nivel y no tiene armas con las que defenderse.

Lagartija ibicenca. Fuente: daysedge productions

Desde que en 2007 las instituciones locales reaccionaron y colocaron las primeras trampas contra las culebras se han atrapado miles de ellas, pero se trata de una plaga que avanza imparable, favorecidas además por su capacidad de reproducción exponencial.

Incluso han invadido ya los islotes, a los que llegan a nado, poniendo en peligro las importantes subespecies de lagartija que allí existen. Hay más de veinte subespecies, prácticamente una para cada islote, caracterizadas todas ellas por vistosas coloraciones, que difieren en cada caso y permiten así identificarlas rápidamente.

Las lagartijas habitan la isla desde antes que el hombre. Foto: Pinterest

Como los pinzones de las Galápagos

“Antes de la llegada del hombre, Eivissa y Formentera tenían una flora y fauna muy distinta a la actual y el único animal que ha perdurado es la lagartija, es el único realmente autóctono que tenemos. Todos los demás han llegado con el hombre. Dentro del contexto mundial es un ejemplo similar, dentro de la evolución y adaptación de las especies, al de los pinzones de las Galápagos que estudió Darwin. En cada una de estas islas del Pacífico hay una especie de pinzón distinta, con las lagartijas pitiusas pasa igual. Es un ejemplo evolutivo y adaptativo muy espectacular”, ha declarado la bióloga ibicenca Antònia Maria Cirer, autora de destacados estudios sobre la especie.

La bióloga es pesimista sobre la situación: “En veinte años la lagartija podría desaparecer si no se erradican las serpientes, porque tienen un potencial reproductivo brutal. Las poblaciones crecen a un ritmo exponencial. O se actúa rápido o si no, esto tiene muy mal augurio”.

Subespecie correspondiente a uno de los islotes de Ibiza. Foto: José Miguel L. Romero

La isla ha tocado a rebato contra las culebras invasoras. Por una parte, las administraciones públicas, que permanecieron bastante inactivas en los momentos iniciales de la invasión (cuando podía frenarse), prevén ahora multiplicar el número de trampas. En los próximos tres años se instalarán 2.000 de ellas, repartidas en casas y fincas particulares, para tratar de capturar el máximo número posible. Es una iniciativa de la conselleria de Medio Ambiente del Govern balear.

Reparto masivo de trampas anti-culebras

El veterinario del Consorci per a la Recuperació de la Fauna Salvatge (Cofib) Víctor Colomar, señala que mediante esta iniciativa no se aspira en realidad a erradicar la plaga de las serpientes invasoras de Ibiza, «cosa que no es posible ni en tres años, ni seguramente en muchos más».

El objetivo, añade, es «lograr que quede una densidad de serpientes lo suficientemente baja que permita la supervivencia de la lagartija ibicenca.

Desde que comenzaron los trabajos para la captura de estas serpientes en Ibiza, en 2007, se han exterminado alrededor de 7.000 «y ahora se trata de dar un buen empujón a esta cifra», comentó Colomar.

En 2020 se capturaron 875 ejemplares en la isla de Ibiza y 494 en la de Formentera, según las cifras facilitadas por el Govern balear.

Una de las culebras atrapadas el año pasado. Foto: Diario de Ibiza

Pero, por otra parte, varios colectivos ecologistas y culturales de la isla se han puesto también manos a la obra y han lanzado una campaña pública para complementar la actuación institucional.

Estos colectivos recuerdan que la lagartija (sargantana) pitiusa “constituye un patrimonio biológico mundial de primer orden que debe ser conservado por las administraciones, poniendo los recursos que sean necesarios”.

Joan Lluís Ferrer

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