Hoy, 20 de mayo, se celebra el Día Mundial de las Abejas, una efeméride que sirve para recordar la importancia de los animales polinizadores para el mantenimiento del equilibrio ecológico mundial. Estos insectos se enfrentan a un importante declive, motivado por varias causas, que pone también en peligro la producción de alimentos para el ser humano. El Gobierno ha anunciado un nuevo sistema para seguir el desarrollo de las poblaciones de los polinizadores de España.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico prepara un nuevo sistema de seguimiento de polinizadores en España, coherente el sistema que está poniendo en marcha la Unión Europea. Esta herramienta permitirá mejorar el conocimiento sobre el estado de conservación y tendencias de las especies polinizadoras, así como mejorar el conocimiento sobre los factores que amenazan su recuperación.
La información que se generará mediante este nuevo sistema de seguimiento será fundamental para llevar a cabo la estrategia nacional para la conservación de polinizadores, lo que permitirá adoptar medidas adecuadas para la recuperación de sus poblaciones y el mantenimiento de los importantes servicios ambientales que estas especiecs prestan a nuestra sociedad y economía.
Existen evidencias del declive de los polinizadores a nivel mundial, tal como recoge el informe de la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) de 2016, sobre polinizadores, polinización y producción de alimentos.
Dicho informe advierte de que en Europa el 9% de las abejas y de las mariposas están amenazadas y que las poblaciones disminuyen el 37% en el caso de las abejas y el 31% en el de las mariposas.
Entre las principales amenazas figuran el cambio en el uso de la tierra, la gestión intensiva de la agricultura y del uso de los plaguicidas, la contaminación ambiental, las especies exóticas invasoras, los patógenos y el cambio climático.
En un contexto como este es de gran importancia recordar el papel que los polinizadores juegan en nuestros ecosistemas. Por ello, el Día Mundial de las Abejas, sirve para sensibilizar sobre la importancia de las abejas y otros polinizadores, así como sobre las amenazas a las que se enfrentan y su contribución al desarrollo sostenible.
La elección del 20 de mayo para celebrar esta efeméride se debe al aniversario del nacimiento de Anton Janša que, en el siglo XVIII, fue pionero de la apicultura moderna en Eslovenia, donde la apicultura es una importante actividad agrícola de larga tradición.
La zoopolinización desempeña una función vital como servicio ecosistémico regulador de la naturaleza. A nivel mundial, casi el 90% de las especies de plantas con flores silvestres dependen, al menos parcialmente, de la transferencia de polen por animales.
En Europa, alrededor del 84% de las especies cultivadas y el 78% de las especies silvestres dependen, al menos en parte, de la polinización animal.
Ello pone de manifiesto el trascendental papel de estas especies para garantizar la alimentación humana.
En septiembre de 2020 se aprobó la Estrategia Nacional para la Conservación de los Polinizadores, en cumplimiento de los compromisos adquiridos por España como miembro de la Coalición Internacional para la Conservación de los Polinizadores y en línea con la Iniciativa UE sobre Polinizadores. Además, se incorporaban los compromisos de la nueva Estrategia de la UE de Biodiversidad a 2030 y de la Estrategia de la UE de la Granja a la Mesa.
El papel de las abejas
Las abejas son unos insectos extremadamente sociables que viven en colonias que se establecen en forma de enjambres y en los que se organizan en una estricta jerarquía de tres rangos sociales: la abeja reina, los zánganos y las abejas obreras.
Habitan en todos los continentes de la Tierra excepto en la Antártida, y se trata de uno de los insectos más antiguos, del que se sabe que puebla nuestro planeta desde hace más de de 30 millones de años. Se conocen más de 20.000 subespecies distintas de abeja divididas en 7 familias reconocidas.
Las abejas son los insectos polinizadores por excelencia y tienen una función esencial para el equilibrio de la naturaleza, ya que contribuyen activamente a la supervivencia de muchas especies de plantas que se reproducen gracias al transporte de polen que llevan a cabo estos pequeños animales al alimentarse del néctar de las flores.
Muchas de estas plantas las usamos los seres humanos para producir algunos de nuestros alimentos. Viven una media de cinco años y no miden más de 1,5 centímetros, según Nacional Geographic
En lo que respecta a la divulgación y sensibilización sobre polinizadores, el MITECO ha participado, junto con instituciones europeas, regionales y locales, en la exposición temporal del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona: «Más que abejas. Polinizadores y flores, la vida en juego», que se puede visitar hasta el mes de octubre de 2021.
Con motivo de la celebración del Día Mundial de las Abejas, el MITECO colabora en la difusión de ‘Pollinator Park’ (Parque de Polinizadores), iniciativa presentada el pasado 23 de marzo por la Comisión Europea y que hoy se presenta en español.
Se trata de una experiencia de realidad virtual distópica que presenta un mundo sin polinizadores, para sensibilizar sobre el alarmante declive de los polinizadores y a movilizar la acción mundial para hacerle frente.
Causas del declive en España
Por otra parte, el presidente de la Asociación Española de Apicultores (AEA), Mario F. Navarro, explicado a Efe que el predominio del monocultivo, la consecuente falta de biodiversidad y el empleo de productos en la agricultura nocivos para estos insectos son algunas de las causas de este descenso; sin embargo, para Navarro, el mayor de los causantes ha sido y es la presencia del Varroa destructor, un ácaro invasor llegado desde Asia que “liquida las colmenas al llegar el otoño”.
El presidente de la AEA ha asegurado que “la abeja sufre una pandemia desde hace 20 años”, ante lo cual ha denunciado un “desamparo total” debido a la falta de investigación, tanto pública como privada, que provoca que los apicultores no tengan suficientes productos con los que hacer frente a la plaga y la pérdida cada año de miles de ejemplares.
La falta de relevo generacional es otro de los problemas relevantes en opinión de este apicultor residente en la Alpujarra, madrileño de nacimiento y abogado de profesión, que ha descrito a la apicultura como un “oficio a futuro” para todas aquellas personas que quieran vivir en el campo.
Para solventar todos estos problemas, desde la AEA se proponen varias líneas de actuación: desde introducir la apicultura en la educación primaria o la miel en los comedores escolares, hasta luchar contra el “fraude” en la venta de este producto; pero, sobre todo, buscan lograr la profesionalización en el sector a través de la creación de una formación profesional específica.
Te puede interesar: La salud del planeta, en las alas de una abeja