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buitre negro

El buitre negro logra duplicar su población en Castilla y León en veinte años

La supervivencia del buitre negro en España sigue evolucionando favorablemente, pese a seguir catalogado como Especie Vulnerable. En la actualidad, el número de parejas en España ya supera las 2.600, según los últimos recuentos. Los últimos datos sobre las poblaciones de Castilla y León confirma la tendencia al alza.

La población reproductora de buitre negro en Castilla y León mantiene una “buena tendencia”, según los resultados del último censo autonómico, que lo sitúan en las provincias de Ávila, Salamanca y Segovia, con una población total reproductora de 483 parejas de 19 colonias diferentes.

Esta cifra representa más del doble de parejas que las contabilizadas en 2000, que fueron 231, lo que confirma la favorable evolución de esta especie carroñera en dicha comunidad autónoma.

Este último registro abarca el área de distribución de la población reproductora, que comprende las provincias de Ávila, Salamanca y Segovia con un control de 672 plataformas: 334 en Ávila, 138 en Salamanca y 200 en Segovia.

El resultado ha sido un total de 483 parejas de buitre negro en Castilla y León, distribuidas en 19 colonias diferentes. En la provincia de Ávila se ha detectado la mayor población reproductora, con 257 parejas, seguida de Segovia con 140 parejas y de Salamanca con 86.

Los núcleos de reproducción más importantes son el de Gredos Macizo Oriental y el de Guadarrama, acumulando entre ambos el 72,3% de la población de buitre negro en la Comunidad.

Las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de Castilla y León albergan la mayor parte de la población reproductora de buitre negro con un 89%, por lo que se contabilizan 430 parejas dentro de la red de ZEPA y únicamente 53 se encuentran fuera de ella.

Ejemplar de buitre negro. Foto: Tatavasco

Para el cálculo de los parámetros reproductores se han utilizado los datos de 474 parejas en las que se ha realizado un seguimiento completo de la reproducción. De ellas, un total de 432 parejas iniciaron la incubación (91,1%), 305 tuvieron éxito (64,3%), mientras que 169 fracasaron (35,7%).

A partir de estos datos se calcula la productividad de la especie, que ha resultado de 0,64 pollos/pareja reproductora y el éxito reproductor, que equivale a 0,71 pollos/pareja que inicia la incubación. La productividad media en Castilla y León de los últimos 20 años es de 0,60 pollos/pareja reproductora.

Los resultados de este último censo de 2019 con 483 parejas suponen “cierta estabilidad” respecto al censo anterior (2018) cuando se contabilizaron 495 parejas, pero confirman la tendencia positiva de la especie en la Comunidad, ya que se ha pasado de contabilizar 231 parejas en el año 2000 a 483 en 2019.

En los últimos años, el aumento de parejas de buitre negro más notable ha tenido lugar en el Valle de Iruelas, incluido en el núcleo de Gredos Macizo Oriental, mientras se detecta un ligero descenso en el núcleo de la Sierra de Guadarrama.

Los enemigos del buitre: cebos envenenados y diclofenaco

Los cebos envenenados, utilizados en la caza como método para acabar con los animales considerados «competidores», son la principal amenaza para la supervivencia de los buitres.

Los «cebos envenenados siguen machacando a un buen número de depredadores y aves carroñeras en España», explicaba recientemente a Efe el presidente del Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona (Grefa), Ernesto Álvarez.

Un factor clave para la conservación de los buitres es evitar «esta práctica ilegal, perseguida por los agentes forestales y las patrullas caninas del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona)».

Pero otros peligros le acechan. Hace pocos días, apareció muerto un ejemplar de buitre negro por haber ingerido diclofenaco, que es un medicamento de uso veterinario que puede llegar a estas aves a través del medio natural y los propios animales de los que se alimentan.

Se trata del primer caso detectado tanto en España como en Europa que confirma el impacto de este medicamento, que según la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), causó en el sur de Asia “la muerte de más del 95 % de los ejemplares de buitres”, de especies cuyas poblaciones se contaban por millones de individuos y que en la actualidad están en peligro crítico de extinción.

Plano de detalle de un buitre negro. Foto: Shutterstock

La SEO confía en que “no sean necesarios más casos para que la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios prohíba definitivamente el uso de medicamentos con diclofenaco para uso veterinario” y añade que “no podemos esperar a que se produzcan muertes de ejemplares cuando hay signos evidentes de un posible impacto en las poblaciones de aves”.

Ficha del buitre negro

Buitre negro (Aegypius monachus). Es la rapaz más grande de Europa con una envergadura de 3 metros. En España el buitre negro encuentra su mejor refugio: es aquí donde se ubica la mayoría de individuos de esta especie (unas 1300 parejas de las 1700 censadas en Europa). El buitre negro habita regiones forestales de Extremadura, Castilla La Mancha, Castilla y León, Andalucía, Madrid y Mallorca, sobre todo encinares, pinares y alcornocales. Es una especie sedentaria que no suele abandonar el territorio de nidificación a excepción de los juveniles que sí se desplazan. Es menos gregaria que el buitre leonado, y suele sobrevolar el terreno más meticulosamente que éste a la hora de buscar su alimento. La carroña que compone su dieta procede de animales pequeños como conejos, aunque no descarta los restos de algunas especies de ganado. Al igual que el buitre leonado, el buitre negro nidifica a principios de año y su puesta consiste en un solo huevo. El período de incubación es algo más largo, de 55 días, así como el desarrollo del pollo.

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Joan Lluís Ferrer

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