Los bosques albergan cerca de 80% de la biodiversidad terrestre en todo el mundo, existen más de 60.000 especies de árboles y de su existencia dependen más de mil millones de personas. Sin embargo, la deforestación sigue acelerándose. Un problema sobre el que, cada año, se quiere poner el foco con la celebración del Día Internacional de los Bosques.
Las Naciones Unidas proclamaron el 21 de marzo como el Día Internacional de los Bosques para recordar la importancia que tienen estos ecosistemas en la lucha contra el cambio climático, la supervivencia del ser humano y el futuro del planeta.
El lema para 2021 del Día Internacional de los Bosques es: «Restauración forestal: un camino a la recuperación y el bienestar» . La restauración y la gestión sostenible de los bosques ayudan a afrontar esta doble crisis: del clima y de la biodiversidad. Además, estas actividades generan bienes y servicios necesarios para el desarrollo sostenible.
Estos son algunos de los bosques más importantes y bonitos de España:
Bosque de Cazorla (Andalucía). Este bosque abarca las sierras jienenses de Cazorla, Segura y Las Villas y su extensión supera las 214.000 hectáreas, lo que lo convierte en uno de los más grandes de España. De hecho, el Bosque de Cazorla es el mayor espacio protegido de nuestro país y el segundo a nivel europeo, ya que en él se pueden encontrar casi 2.200 especies de flora y 361 especies endémicas. No es de extrañar, por tanto, que este bosque repleto de pinos de más de 10.000 años de antigüedad, encinas, sabinas, madroños, robles, ciervos, cabras montesas, jabalíes…fuese declarado por la UNESCO Reserva de la Biosfera en 1983.
Bosque de Muniellos (Asturias). Otro de los bosques más grandes de España es Muniellos, en el que predominan los robles, que se extienden, aproximadamente, a lo largo de 2.500 hectáreas de las 2.696 que ocupa el total. Es el mayor robledal de España. Por especies, el roble albar es el árbol principal, aunque también podemos encontrar tejos, acebos, hayas y abedules. El terreno de Muniellos es montuoso y arbolado y se encuentra entre 680 y 1.500 metros de altitud. Este bosque, ubicado en el extremo suroccidental de Asturias, está catalogado como Reserva Natural Integral, dentro del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, y, también fue declarado por la Unesco Reserva de la Biosfera en el año 2000.
Bosque de Sierra Espuña (Murcia). En Sierra Espuña podemos encontrar alrededor de mil especies vegetales distintas y el 33% del total de las especies encontradas en la Región de Murcia. De todas estas especies, 36 están protegidas por la legislación o bien tienen un peculiar interés botánico y biogeográfico, por lo que merecen especial atención. La especie arbórea que predomina es el pino carrasco, a excepción de las zonas más altas donde predominan el pino laricio y el pino rodeno. También se encuentran, aunque en menor medida, encinares, quejigales y arces de Montpelier. En las cumbres, la vegetación destaca por su adaptación a condiciones meteorológicas extremas y viene representada por el piorno azul y la sabina mora.
Fragas do Eume (Galicia). Este bosque es uno de los bosques atlánticos de ribera mejor conservados de Europa. Cuenta con 9.000 hectáreas de bosque virgen con una vegetación tan frondosa que el sol apenas penetra entre los árboles. El río Eume, de unos 100 kilómetros de longitud, atraviesa todo el bosque que sigue el curso del río y en el que podemos encontrar abruptas laderas con robles, chopos, fresnos, más de 20 especies de helechos y de 200 líquenes. Además, dentro del bosque podemos visitar el monasterio de Caaveiro, con más de 10 siglos de historia, y desde el que se observa una vista única del bosque.
Fageda de la Grevolosa (Barcelona). Aunque este bosque situado en un valle del Prepirineo catalán, solo tiene unas pocas hectáreas, posee un gran número de hayas centenarias que alcanzan los 40 metros de altura. El microclima y el aislamiento cerrado del valle, con forma de herradura, han permitido que crezcan y se desarrollen plenamente las hayas por lo que, actualmente, este bosque forma parte del Plan de Espacios de Interés Natural de Cataluña. Además, en el centro del bosque, junto al arroyo, se encuentra el haya de la Grevolosa, cuyo perímetro de base mide más de 5 metros, tiene una altura de 42 metros, una copa de 18.5 metros de diámetro y una edad estimada entorno a los 300 años, razones más que suficientes para que haya sido reconocida como árbol monumental por la Generalitat.
Fageda d’en Jordà (Girona). Este bosque de hayas es un lugar fascinante, especialmente en otoño cuando caen las hojas. Sin duda un lugar ideal para los amantes del senderismo por sus mágicas rutas en la montaña. El hayedo de Jordà se encuentra en la comarca de la Garrotxa, a unos 5,5 km de Olot. El hayedo está rodeado por varios de los 21 volcanes que hay en la comarca de la Garrotxa. En uno de los extremos del bosque se encuentra la masía de Can Jordà, que le da nombre, y que hoy es un Centro de Conservación de Plantas Cultivadas. Su objetivo es el cultivo de especies de frutales próximas a la extinción y variedades de plantas que han entrado en regresión, como algunas variedades de alforfón. Dentro del bosque se encuentra la cooperativa La Fageda, dedicada a la producción de derivados lácteos y que da trabajo a discapacitados psíquicos.
El Pijaral o ‘Bosque Encantado’ (Tenerife). Un sendero con gran valor ecológico, en donde se encuentra la Píjara, un helecho de hasta tres metros de longitud. El Pijaral es uno de los espacios naturales protegidos de Canarias con mayor diversidad de helechos y una de las mejores muestras de laurisilva de las islas. Esta reserva natural ocupa algo más de 300 hectáreas del macizo de Anaga, una de las zonas más antiguas de Tenerife que recientemente ha sido declarada Reserva Mundial de la Biosfera.
Los alcornocales (Cádiz-Málaga). El parque natural de Los Alcornocales, de 167.700 hectáreas, se caracteriza por poseer el bosque de alcornoques más extenso de España y uno de los más grandes del mundo, en un magnífico estado de conservación, aunque manteniendo el aprovechamiento humano del corcho. A diferencia de los montes alcornocales de otras latitudes, donde la espesura es baja, en esta zona los árboles forman auténticos bosques acompañados de una rica y variada vegetación arbustiva y herbácea en íntima conexión, que asegura la regeneración natural del bosque, una buena mezcla de edades y una biodiversidad florística y faunística muy elevada. Además de alcornocales, el Parque tiene representadas otras masas forestales importantes, tanto cualitativa como cuantitativamente. Merecen destacarse los bosques de quejigos o robles andaluces, relictos de épocas pasadas que conforman bosques de indescriptible belleza, donde la humedad ambiental y edáfica es la protagonista.
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