Verde y Azul

Así rompe el cambio climático el equilibrio entre océanos y atmósfera

Cuando se habla de cambio climático, la mayoría de las personas piensa en lo que ocurre en la atmósfera. Sin embargo, lo que ocurre en los océanos, que cubren el 70 por ciento de la superficie de la Tierra, supone una parte esencial del conjunto. Los océanos condicionan el tiempo y el clima en todo el mundo y son uno de los pilares de la economía mundial y de la seguridad alimentaria.

Pero ahora están  “más amenazados que nunca”, ha alertado la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Y, con ellos, lo están también los millones de personas que viven cerca de las costas, porque el cambio climático afecta “con fuerza” a los océanos y está elevando la temperatura del mar, lo que propicia que se registren temporadas récord de huracanes devastadores en el Atlántico y ciclones intensos en el Índico y el Pacífico Sur, como ya ocurrió el año pasado.

Para complicarlo todo aún más, la pandemia de covid-19 está provocando interrupciones en los servicios de alerta temprana de estos desastres. La OMM, portavoz autorizado de las Naciones Unidas sobre el tiempo, el clima y el agua, llama a restaurarlos “a la mayor brevedad posible” para proteger a las comunidades costeras y al transporte marítimo.

Con motivo del Día Meteorológico Mundial, celebrado el martes 23, la agencia de las Naciones Unidas especializada en esa ciencia ha subrayado la amenaza del aumento del nivel del mar.

“Aproximadamente el 40 por ciento de la población mundial vive a menos de cien kilómetros de la costa”, destaca Petteri Taalas, secretario general de la OMM, quien añade que existe “una necesidad urgente” de proteger a las comunidades que residen cerca del litoral “de los peligros costeros, como las olas, las marejadas ciclónicas y el aumento del nivel del mar mediante sistemas de alerta y predicción de peligros múltiples”. Agrega que resulta por ello “imperativo” reinstaurar los servicios de alerta temprana y monitoreo, porque “salvan vidas”.

Foto: Pixabay

El problema ya está aquí. El nivel del mar aumentó unos quince centímetros durante el siglo XX debido al derretimiento de los glaciares, la expansión de las aguas marinas más cálidas y las adiciones de antiguas capas de hielo en Groenlandia y la Antártida.

Y los científicos auguran que podría aumentar de 30 a 60 centímetros para 2100, incluso si las emisiones de gases de efecto invernadero se redujeran drásticamente y el calentamiento global se limitara a menos de 2°C.

En el peor de los escenarios, si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan, el aumento será de 60 a 110 centímetros, estiman los expertos. Quedarían así bajo el agua miles de localidades en todo el mundo.

«El termostato de la Tierra»

Las condiciones climáticas extremas, como fuertes vientos, olas grandes, niebla, tormentas eléctricas, hielo marino y rocío helado, están provocando que se pierdan cientos de vidas y  millones de euros cada año en la economía basada en el mar, conocida también como “economía azul”.

Esta economía mueve entre 3.000 y 6.000 millones de dólares al año, lo que representa más de las tres cuartas partes del comercio mundial y proporciona medios de vida a más de 6.000 millones de personas, puesto que es la vía por la que transita más del 90 por ciento del comercio mundial.

La OMM describe al océano como “el termostato de la Tierra”, pues absorbe y transforma una parte significativa de la radiación solar y proporciona calor y vapor de agua a la atmósfera. Ejerce asimismo de “cita transportadora” de calor, porque las corrientes oceánicas hacen circular ese calor por todo el planeta. Pero “las actividades humanas han distorsionado cada vez más el equilibrio natural entre el océano y la atmósfera”, denuncia.

Un dato esclarecedor: los océanos absorben más del 90 por ciento del exceso de calor atmosférico atrapado por los gases de efecto invernadero, “protegiéndonos así de un aumento de temperatura aún mayor debido al cambio climático”, incide la OMM. Pero el calentamiento global, unido a los cambios en la química de las aguas, provocados principalmente por la actividad humana, ya estén perturbando “los ecosistemas marinos y a las personas que dependen de ellos”, indica la OMM.

“Este impacto se sentirá durante cientos de años”, alerta Taalas, a la vez que subraya las repercusiones del derretimiento del hielo polar, traducidas en patrones climáticos cambiantes y en el aumento acelerado del nivel del mar.

Foto: Pixabay

“En 2020, el mínimo anual de hielo marino en el Ártico estuvo entre los más bajos que se hayan documentado, lo que expone a las comunidades polares a inundaciones costeras anormales y eleva el riesgo de los trabajadores del transporte marítimo y la pesca”, asegura el secretario general de la OMM.

Una “preocupación clave” de la OMM es la creciente pérdida de hielo marino a medida que el mundo se calienta. “Menos hielo no significa menos peligro y las consecuencias de un accidente importante en las aguas del Ártico serían devastadoras para el medio ambiente”, apunta la organización meteorológica, que aboga por mejorar los pronósticos y las advertencias tanto del tiempo como de las condiciones del hielo en las regiones polares.

Crisis del covid-19

La pandemia de coronavirustambién ha influido negativamente en los servicios meteorológicos. En marzo de 2020, los gobiernos y las instituciones oceanográficas llamaron a casa a casi todos los buques de investigación oceanográfica y se redujo la capacidad de los barcos comerciales para contribuir con observaciones oceánicas y meteorológicas vitales para los pronósticos y las alertas.

“No se pudieron mantener las boyas oceánicas y otros sistemas, lo que en algunos casos provocó su falla prematura”, añade la OMM, que considera “imprescindible” volver al estado anterior al generado por el covid-19.

La situación de los océanos protagonizó una parte del mensaje para Día Meteorológico Mundial del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres. Afirmó que el océano y la atmósfera son “dos titanes del sistema Tierra”, y que la relación entre el aire y el mar, “tan cuidadosamente equilibrada como inextricable, dicta el tiempo y el clima en todo el planeta”. Pero el cambio climático está “alterando ese delicado equilibrio”.

Guterres resaltó el calentamiento, el aumento de acidez y la disminución de oxígeno en el mar, así como sus consecuencias perjudiciales en los ecosistemas marinos. Y añadió: “Solo si comprendemos y protegemos nuestro planeta podremos asegurar un futuro sostenible para la humanidad”.

Artículo de referencia (en inglés): https://public.wmo.int/en/media/press-release/world-meteorological-day-celebrates-ocean-our-climate-and-weather

 

Ramón Díaz

Ramón Díaz Alonso (Llanes, Asturias; 1962). Trabaja desde 1990 en La Nueva España, primero como corresponsal en la comarca oriental de Asturias, después como responsable de la edición del oriente de Asturias y desde 2017 en la sección de Asturias, especializado en información política, de infraestructuras y ambiental. Colabora desde enero de 2021 con Verde y Azul, el canal de medio ambiente de Prensa Ibérica y Grupo Zeta. Es coautor de varias publicaciones de la Asociación Asturiana de Periodistas y Escritores de Turismo (ASPET).

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