-¿Cómo estamos en España en materia de reciclaje?
-En nuestra opinión muy por detrás de lo que haría falta.
-¿A qué países europeos deberíamos parecernos?
-Alemania, por ejemplo, recicla el 66% de sus residuos sólidos urbanos y el 98% de sus envases plásticos con sistemas de depósito y retorno.
-Además de reciclar hay que empezar a reutilizar, ¿no?
-Sí, sin duda. El mejor residuo es el que no se produce. Uno de los fundamentos de la estrategia de economía circular de la UE es la reutilización y el reaprovechamiento. Diseñar, construir y poner en el mercado objetos que puedan ser reutilizados genera empleo cualificado y sostenible. La UE también recomienda la introducción de medidas no vinculantes e incentivos económicos para impulsar la prevención de residuos. Estos incluyen los impuestos sobre los vertederos y la incineración, así como los planes para impulsar la reutilización de los envases y garantizar que los consumidores reciban el reembolso de un pequeño depósito una vez que devuelvan un envase para su reciclaje.
-El Sistema de Devolución y Retorno de Envases ¿por qué levanta ampollas en España?
-Es mucho más barato recoger y recuperar los envases en su integridad que ver cómo más del 70% de envases plásticos acaban en vertederos, que pagamos entre todos, o esparcidos por cualquier sitio, incluido el mar. O sea, todos pagamos lo que las empresas no quieren invertir, por eso levanta tantas ampollas. En los países donde funciona, tras el cambio de sistema inicial y su inversión, el sistema se sostiene económicamente y produce beneficios para todos los sujetos del sistema circular. De hecho, en Alemania las plantas, los camiones, la recogida y el reciclado lo financian las empresas que gestionan el sistema de depósito y devolución, y no los fondos públicos.
-El Plan Integral de Residuos de la Comunitat Valenciana introduce la figura del educador ambiental en todas las entidades locales en función del volumen de población. La idea es que estén a pie de calle informando a los vecinos, explicando qué se hace bien o mal, que den charlas en los colegios ¿Es la solución?
-Es una medida tímida, pero razonable. Es fundamental ayudar a la ciudadanía en esta «transición» que se extiende a todos los ámbitos. No pueden sobrecargarse todas las obligaciones al ciudadano de a pie. Ayuda, pero es fundamental incidir en los procesos de diseño y en los materiales que se utilizan, así como la obligación de las empresas de hacerse cargo de los residuos que producen.
-Nos obligan a pagar las bolsas de plástico en los supermercados, pero los productos llevan hasta un triple envase…
-Efectivamente, el cambio de sistema tiene que ser integral, hasta ahora hay mucha política de «lavado verde» de imagen. Lo mejor es no crear el residuo, pero si lo hay, al menos que sea de materiales que se recuperen y reciclen en un 100%. Enlazando con lo anterior, recoger y reciclar genera mucho más empleo sostenible que usar y tirar.
-Al ciudadano le dicen que no compre agua embotellada, que la del grifo tiene calidad.
-Sí, porque resulta que el agua del grifo pasa mayores exámenes que la embotellada, que es tratada para tener un buen «sabor». El agua del grifo no se trata así, pero en cuanto a calidad, la del grifo, al menos en España, sale muy bien parada.
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