Verde y Azul
Mascarillas y guantes de plásticos abandonados en cualquier sitio: la otra pandemia.

El coronavirus dispara la pandemia de los residuos plásticos en el mundo

El abandono masivo de mascarillas desechables y guantes de plástico se suma a la lista de impactos sobre el medio ambiente. La apuesta del consumidor por productos envasados agrava un problema global.

Covid-19 y medio ambiente. Cuando la humanidad empezaba a luchar contra los plásticos de un solo uso, la pandemia del Covid-19 ha disparado el uso guantes, mascarillas y otros elementos hechos con este material que, a menudo, terminan abandonados en el medio natural. La situación vuelve a recordar la necesidad de erradicar esta plaga de residuos.

La pandemia del Covid-19 ha provocado un aumento significativo en el uso del plástico, tanto en hospitales como en los hogares, sobre todo de usar y tirar. Esta coyuntura está generando en todo el mundo un mayor volumen de residuos, muchos de los cuales se convertirán con el tiempo en microplásticos. Cada año se vierten a los océanos alrededor de 13 millones de toneladas de plástico, lo que configura un problema ambiental de escala planetaria.

El problema consiste en el incivismo de muchas personas que abandonan estos residuos en cualquier parte, pero también lo es el hecho de que no todo el plástico que va a parar a los contenedores amarillos se recicla realmente, pues una gran cantidad acaba en vertederos incontrolados.

Un hombre pesca con caña junto a una gran acumulación de plásticos en Alicante.
Un hombre pesca con caña junto a una gran acumulación de plásticos en Alicante. Información

La entidad WWF recuerda que estos elementos amenazan a la fauna marina exactamente igual que una bolsa convencional, pues cetáceos, tortugas y otras especies los confunden igualmente con medusas u otras presas. Por ello, aconseja alternativas, como «reducir el consumo de guantes lavándose y desinfectándose las manos frecuentemente y en profundidad y, si estamos en la calle, usando gel hidroalcohólico». En cuanto a las mascarillas, se aconsejan las reutilizables (que cumplan con la normativa), pues pueden lavarse varias veces. Tanto guantes como mascarillas desechables deben arrojarse al contenedor gris, nunca al amarillo ni al marrón, señala WWF.

Y es que, debido a las medidas higiénicas de estos meses, el plástico ha vuelto a utilizarse de forma masiva como superficie aislante, ya sea como pantallas faciales, mamparas en las cajas de los supermercados o en productos desechables y envoltorios de alimentos. Es un material responsable de la mayor parte de los residuos que se acumulan en nuestro planeta. Sólo en España su consumo anual supera los 3,5 millones de toneladas, de los que 2,5 millones se convierten en residuos.

Se trata de un problema que ha sido investigado por el Doctorado Industrial en Microplásticos de la Fundación Aquae (Grupo Suez) y la Universidad de Alicante, junto con las empresas Interlab y Labaqua. Según explica Débora Sorolla, doctoranda para realizar esta investigación, «la convivencia con el coronavirus ha hecho resurgir entre los ciudadanos la elección de productos plásticos desechables por ser más higiénicos. Aun así, confío en que cuando pase esta crisis volveremos a utilizarlos menos, incluso, reduciremos su consumo porque una gran mayoría se ha dado cuenta de lo mucho que el ser humano contamina».

Los envases y plásticos de un solo uso forman ya grandes acumulaciones en todo el planeta. Shutterstock
Los envases y plásticos de un solo uso forman ya grandes acumulaciones en todo el planeta. Shutterstock

La científica señala que «durante el estado de alarma han cambiado muchas de nuestras costumbres». «Se ha preferido comprar en las grandes superficies, donde los productos están mucho más empaquetados, para hacer la compra en una sola vez, ha aumentado el uso de bolsas de plástico desechable por miedo a que las bolsas reutilizables se contaminen», agrega. Además, «el notable aumento en las compras por internet o de comida para llevar implica el consumo de otros productos plásticos, como son los utilizados en los envases para su transporte o los embalajes, y todo este plástico se desecha por la posibilidad de que esté contaminado, generando un aumento en el volumen de estos residuos, de los cuales muchos pueden acabar como microplásticos en nuestros ríos y océanos».

Las medidas higiénicas que impone el Covid han hecho que el plástico vuelva a usarse masivamente como superficie aislante

En realidad, el 94% de los residuos plásticos que se acumulan en el medio ambiente, contaminándolo, son microplásticos. Por eso, el primer objetivo es, ahora mismo, implantar científicamente una metodología que permita recoger y analizar datos sobre estos micro-residuos de forma estandarizada y conocer así mejor a este enemigo de la naturaleza. Se trata de una vieja reivindicación científica, al no existir aún ningún método estándar para su muestreo, extracción, identificación o purificación. «Estamos analizando polímeros sintéticos puros, adquiridos comercialmente, antes de analizar muestras reales de microplásticos que pueden encontrarse en la naturaleza. De esta manera, nos aseguramos de que los datos obtenidos en nuestros experimentos se deben a un tipo de polímero determinado», indica Sorolla.

Consejos sobre guantes y mascarillasLos microplásticos pueden ser primarios o secundarios. Los primarios se fabrican específicamente para uso industrial, como los productos de cosmética (cremas exfoliantes, jabones o pastas de dientes). Cuando nos lavamos los dientes, por ejemplo, estos microplásticos acaban en las aguas residuales, porque los sistemas de depuración no son capaces de retener estas partículas tan pequeñas. Por eso, van a parar al mar.

Por su parte, los microplásticos secundarios se originan a partir de la degradación física, biológica y química de grandes objetos de plástico, como las bolsas y botellas o las redes de pesca que llegan al mar, por el desgaste de los neumáticos y por el lavado de tejidos sintéticos. Cada vez que ponemos una lavadora se emiten unas 2.000 partículas de fibras de microplástico.

En los últimos diez años los humanos hemos producido más plástico que en toda nuestra historia y la producción no para de crecer: en 2015 el mundo produjo 380 millones de toneladas de plástico y para 2050 se prevé que se generen más de 1.000 millones de toneladas, lo que podría generar que para esta fecha en nuestros mares haya más plásticos que peces.

Datos sobre el tipo de residuos que se encuentran en el mar. Fundación Aquae, WWF, Greenpeace y Parlamento Europeo

Datos sobre el tipo de residuos que se encuentran en el mar. Fundación Aquae, WWF, Greenpeace y Parlamento Europeo

«Los plásticos de un solo uso estarán prohibidos en la UE en 2021, pero creo que nuestro país debería de acompañar esta medida con otras, como una mejora en la gestión de los residuos plásticos. Ya hay muchos países en Europa que dan una bonificación a los ciudadanos que devuelven los envases de plástico, una acertada medida que, además, está teniendo muy buenos resultados», concluye Débora Sorolla.

 

30 millones de botellas y latas tiradas en España cada día

El 60% de las sardinas y las anchoas del Levante ingieren microplásticos, según un informe internacional

No sólo hay islas de plástico en el Atlántico. De hecho, entre un 21% y 54% de todas las partículas de microplásticos del mundo se encuentran en la cuenca del Mediterráneo. Durante unas investigaciones que Greenpeace llevó a cabo en 2015, se recogieron una media de 320 objetos de basura por cada 100 metros de playa muestreada en España, siendo el 75% de estos residuos objetos de plástico. Cada día se siguen abandonando 30 millones de latas y botellas de plástico en España, que pasan a contaminar nuestro entorno terrestre, costero y marino.

Por otra parte, una investigación internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha detectado que el 58% de las sardinas y el 60% de las anchoas del Mediterráneo occidental han ingerido microplásticos. El estudio, realizado por investigadores del Instituto Español de Oceanografía, del Institut de Ciències del Mar y del Institut Français de Recherche pour l’Exploitation de la Mer (Ifremer), se ha publicado en la revista Marine Pollution Bulletin.

Una tortuga marina arrastra un plástico. Greenpeace
Una tortuga marina arrastra un plástico. Greenpeace

Las áreas donde los peces tienen más probabilidades de ingerir microplásticos son el Golfo de Alicante, en el caso de las sardinas, y el Golfo de León-Delta del Ebro, en el de las anchoas. En ambas especies existe una relación entre la presencia de parásitos y la ingestión de microplásticos, lo que pone de manifiesto que estos factores pueden afectar tanto a la salud de las especies marinas como la de los consumidores. El estudio revela que los individuos con mayor contenido de microplásticos en su sistema digestivo también tienen más parásitos.

Marta Coll, investigadora del ICM-CSIC, subraya que «se desconoce aún el mecanismo concreto por el cual los peces pelágicos pequeños con mayor incidencia de microplásticos presentan también más parásitos intestinales». De entre todas las especies de peces pelágicos pequeños, la sardina y la anchoa son los peces más comercializados y consumidos en el noroeste del mar Mediterráneo.

Francisco José Benito

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