Verde y Azul

Casi la mitad de los niños del mundo viven en áreas de «muy alto riesgo» climático

On 5 March 2021, a child stands near a water pump surrounded by floodwaters in Gatumba, located near Bujumbura in Burundi. At least 50,000 people have been internally displaced in the region due to rising floodwaters over the past 12 months. A few kilometres from the floodwaters, a big IDP camp has formed to shelter people displaced by the flooding. Burundi is extremely vulnerable to climate change and climate change -triggered natural disasters- and as one of the poorest countries in the world, it has very little means to protect its population. As always, children pay a very heavy price during, and as a consequence of, these disasters: many must drop out of school because their parents cannot afford to pay for schooling, because they have to work to support the family- or because the school is simply no longer there. Children are vulnerable to poor hygiene conditions triggered by dirty water, and to malnutrition when the family has no income, and therefore no food on the table. Add to that the potential exposure to exploitation, violence and abuse that so easily comes with extreme poverty. Because these crises are recurrent in the country, UNICEF and humanitarian actors always aim to find sustainable solutions to the problems encountered and the needs expressed by the affected populations. However, the response to immediate needs remains extremely limited, hampering the recovery capacity of the people affected, posing a high risk of protection for the most vulnerable, particularly children and women. It is estimated that UNICEF Burundi needs $6 million to support Burundian families affected by natural disasters this year.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha presentado un informe en el que asegura que alrededor de 1.000 millones de niños y niñas, casi la mitad del total de 2.200 millones que hay en el mundo, viven en alguno de los 33 países considerados «de muy alto riesgo» por los efectos del cambio climático en sus vidas.

Según ha explicado UNICEF en dicho informe, concretamente, las/los jóvenes afectados residen en países como República Centroafricana, Chad, Nigeria, Guinea y Guinea-Bissau y son los más vulnerables a este fenómeno, que pone en peligro «su salud, su educación y su protección, y los expone a enfermedades mortales».

Así se ha determinado que la crisis climática «es una crisis de los derechos del niño y la niña», en el que es la presentación del Índice de Riesgo Climático de la Infancia, el primer análisis exhaustivo de los riesgos climáticos desde la perspectiva de los niños y niñas, informa Europa Press.

El índice los países se clasifican en función de la exposición de la infancia a las «perturbaciones climáticas y medioambientales», tanto con fenómenos como los ciclones y las olas de calor, así como su «vulnerabilidad» a dichas alteraciones según su acceso a los servicios esenciales.

Foto: Agencias

Este informe ha sido presentado en colaboración con Fridays for Future (Viernes para el Futuro) coincidiendo con la conmemoración del tercer aniversario del movimiento mundial de lucha juvenil contra el cambio climático. Y señala que unos 1.000 millones de niños y niñas se enfrentan a la «combinación letal» de estar expuestos a «múltiples perturbaciones climáticas y medioambientales y ser altamente vulnerables debido a la precariedad de los servicios esenciales que reciben, como el agua y el saneamiento, la atención médica y la educación».

Además, los resultados del documento muestran la cantidad de jóvenes afectados/as en la actualidad y revelan unas cifras que, según ha explicado UNICEF, «seguirán empeorando a medida que los efectos del cambio climático se aceleren». «Por primera vez se dispone de un panorama completo que nos revela dónde y de qué forma los niños y niñas son vulnerables al cambio climático, y se trata de un panorama mucho más grave de lo que se puede imaginar. La vida de prácticamente todos los niños y niñas resultará afectada», ha declarado la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore.

En este sentido, con el informe se han denunciado las «perturbaciones climáticas y medioambientales» que están «menoscabando la totalidad de los derechos de los niños y niñas», refiriéndose desde «su acceso a un aire limpio, alimentos y agua potable», hasta «su derecho a una educación, a una vivienda, a estar protegidos contra la explotación e incluso a sobrevivir».

Asimismo, el índice expone ciertas perturbaciones climáticas como la contaminación por plomo, que expone a alrededor de 815 niños y niñas; la escasez de agua, que afecta a 920 jóvenes; o los niveles altos de contaminación atmosférica que influyen a 1.000 niños y niñas.

Además, en el informe se estima que 1 de cada 3 niños y niñas en todo el mundo viven en zonas donde se solapan al menos cuatro tipos de perturbaciones climáticas.

El Índice de riesgo climático para la infancia revela los siguientes datos:

240 millones de niños están muy expuestos a las inundaciones costeras;
330 millones de niños están muy expuestos a las inundaciones fluviales;
400 millones de niños están muy expuestos a los ciclones;
600 millones de niños están muy expuestos a las enfermedades transmitidas por vectores;
815 millones de niños están muy expuestos a la contaminación por plomo;
820 millones de niños están muy expuestos a las olas de calor;
920 millones de niños están muy expuestos a la escasez de agua;
1.000 millones de niños están muy expuestos a niveles cada vez más elevados de contaminación atmosférica.

Del mismo modo, apunta que los 33 países «de muy alto riesgo» emiten tan solo el 9% de las emisiones mundiales de CO2. Por el contrario, los 10 países que generan más emisiones representan casi el 70% de las emisiones mundiales. «Sin embargo, todavía queda tiempo para actuar» ha afirmado Henrietta Fore, «Mejorar el acceso de los niños y niñas a los servicios esenciales, como el agua y el saneamiento, la salud y la educación puede aumentar notablemente su capacidad para sobrevivir a los peligros del clima», ha apostillado.

Niñas en Perú. Foto: Unicef

En este sentido, ha instado a los gobiernos y a las empresas a «escuchar a los niños y niñas y dar prioridad a las medidas que los protejan de los efectos del cambio climático, al tiempo que aceleran el trabajo para reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero», ha agregado la directora ejecutiva de UNICEF.

Medidas propuestas por UNICEF

Tras la presentación del Índice de Riesgo Climático de la Infancia, se han propuesto algunas medidas exigidas a los gobiernos, las empresas y los actores relevantes.

Entre dichas propuestas, figuran:

-El aumento de «las inversiones destinadas a la adaptación y la resiliencia al clima en los servicios más importantes para la infancia», como son los sistemas de agua, saneamiento e higiene, y los servicios de salud y educación;

Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, reduciéndolas antes de 2030 en un 45%;

-Proporcionar a los niños y niñas educación sobre el clima y competencias ecológicas;

-Incluso, incluir a las/los jóvenes en todas las negociaciones y las decisiones relacionadas con el clima a nivel nacional, regional e internacional, incluida la COP26.

Según detalla el informe, España se encuentra en la zona media-baja de este Índice de Riesgo Climático para la Infancia, concretamente en el puesto 117, de un total de 163.

Tal y como ha advertido la responsable de los Programas de UNICEF España, Blanca Carazo, «la acción es urgente y es muy definida». «Hay que reducir las emisiones que generan el efecto invernadero, hay que trabajar para mitigar y para generar sistemas que ayuden a los niños y niñas a reducir el impacto de la crisis climática donde ya está afectando, y hay que tener muy en cuenta y fomentar la participación de niños y niñas y jóvenes en todas las decisiones que tengan que ver con la crisis climática», ha apuntado.

Nota de prensa referencia: https://www.unicef.es/noticia/1000-millones-de-ninos-gravemente-expuestos-los-efectos-de-la-crisis-del-clima

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