Un informe impulsado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) recoge un completo diagnóstico sobre los riesgos de erosión a los que se enfrentan las costas de Cádiz, Almería y Málaga debido a las vulnerabilidades propias de este extenso tramo del litoral andaluz ante los efectos del cambio climático. Los resultados revelan que algunas de las playas andaluzas más conocidas, como Zahara de los Atunes, la playa de Los Alemanes, El Bajondillo o Playamar pueden retroceder entre 16 y 46 metros para el año 2100. Muchas instalaciones públicas e infraestructuras están en peligro.
Estos análisis preliminares pretenden ser la base de una estrategia para la protección de estas costas y convertirse en una herramienta útil para actuar ante los desafíos de los desequilibrios climáticos y las inundaciones provocadas por los temporales marinos en zonas que ya están previamente afectadas por la erosión costera.
En el caso de Cádiz, actualmente el 24% de la costa presenta un riesgo grave de erosión y solo un 11% se encuentra “sin afección”. El resto mantiene un riesgo moderado o leve.
En Málaga, el 18% de su litoral se encuentra en riesgo grave de erosión y el resto, el 82%, cuenta con un nivel de riesgo moderado o leve ya que apenas existe una proporción apreciable de costa sin ningún tipo de afección.
Por el contrario, en Almería solo el 2% de las unidades de gestión analizadas están en riesgo grave, el 91% mantiene un nivel leve o moderado y solo el 7% no presenta afecciones.
A lo largo de estas tres provincias, el informe divide el litoral en 58 unidades costeras, 23 en Cádiz, 17 en Málaga y 18 en Almería, acordadas junto a las Demarcaciones de Costas correspondientes a cada territorio analizado.
Construcciones e infraestructuras en peligro
Desde las Marismas de Bonanza en el Bajo Guadalquivir de Cádiz, pasando por la Carihuela malagueña hasta Cala Cerrada almeriense, se detectan 130 puntos críticos que afectan tanto al medio natural del frente costero como a las infraestructuras construidas por el ser humano, en numerosas ocasiones ocupando el Dominio Público Marítimo Terrestre (DPMT). En concreto, hay 42 puntos críticos en Cádiz, 53 en Málaga y 35 en Almería.
«En todas las provincias predominan los puntos críticos asociados a problemas de erosión costera, si bien en Cádiz destacan también los asociados a otros impactos derivados de los diversos usos de la costa, en Málaga los relacionados con la ocupación del Dominio Público Marítimo Terrestre y en Almería los de afección al medio natural”, indican las conclusiones del diagnóstico.
Málaga destaca precisamente por esa ocupación, especialmente por la actividad turística, y por la presión urbanística ejercida sobre la costa, con más de 400 establecimientos con sótano ubicados en las playas de la provincia. La costa malagueña también tiene un problema con las redes de saneamiento, que discurren por la línea costera y quedan expuestas al mar, provocando roturas y vertidos de aguas residuales en numerosas ocasiones.
El déficit de sedimentos en las playas es otro problema acrecentado por la erosión costera, presente en las tres provincias y que está muy generalizado en Almería, aunque también afecta en gran medida a Cádiz, especialmente por el control de los caudales de los ríos y la extracción de áridos de sus cauces, con una importante repercusión en las desembocaduras del Guadalquivir y del Guadiaro.
Además, en función de la dinámica del litoral, este documento recoge la tasa de erosión asociadas al cambio climático a la que se enfrentan cada una de las unidades costeras examinadas, tomando como horizontes los años 2030, 2045 y 2100.
Por ejemplo, en la unidad costera Río de Barbate-Punta de Gracia en Cádiz, que incluye playas muy conocidas como Zahara de los Atunes o la playa de los Alemanes, el informe recoge un retroceso de la línea de costa de entre 16 y 21,6 metros para el año 2100.
En la unidad Puerto de Benalmádena-Río Guadalhorce en Málaga, incluyendo las playas de El Bajondillo o Playamar, la estimación es una erosión de entre 33,6 y 46,4 metros dentro de 79 años. En el caso de Almería, en la unidad Cabo de Gata Oriental, donde se incluye la playa de los Muertos o la de los Genoveses, el retroceso neto es de entre 11,2 y 15,2 metros para el mismo año horizonte.
Completada la fase de diagnóstico, esta estrategia pretende identificar las medidas más adecuadas para blindar la costa de las tres provincias analizadas. Ese plan de acción se recogerá en un Catálogo de medidas para la protección de estas playas andaluzas.
La Dirección General de la Costa y el Mar, dependiente del Miteco, será la responsable de la implementación de este plan, que estará listo, según indican fuentes ministeriales, en septiembre. Por ahora el plan se encuentra en una fase de consulta pública que estará abierta hasta el 31 de mayo. Los interesados pueden acceder a través de este enlace:
https://www.miteco.gob.es/es/costas/participacion-publica/00-epc-andalucia.aspx
Este estudio se ha realizado por el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria (IHCantabria), Coastal & Marine Union (EUCC), la Universidad de Cádiz y MedCities, con la participación de corporaciones y asociaciones locales.
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