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Objetivo: liberar el río Duero de sus más de 5.000 presas y barreras

Portugal y España comparten la mayor cuenca fluvial de la Península Ibérica: la del Duero. Este río recorre unos 900 kilómetros desde su nacimiento en la sierra de Urbión, en Soria, hasta su desembocadura en la ciudad lusa de Oporto. Pero el Duero no fluye libremente porque cuenta con más de 5.000 barreras fluviales para el riego de campos y abastecimiento urbano e industrial. Los planes de convertir al Duero en la ‘gran batería’ de Europa y expandir el regadío con la construcción de nuevas presas fueron objeto de debate en un evento digital organizado por ANP|WWF y WWF España en el que participaron expertos de ambos países. Concluyeron que no hacen falta más presas en el Duero y que hay que apostar por las alternativas existentes en materia de agua y energía, que ofrecen soluciones más sostenibles de bajo carbono, bajo coste y bajo impacto.

Dos tercios de los principales ríos del mundo no pueden fluir libremente debido a las infraestructuras creadas por el ser humano. Esta circunstancia ha tenido consecuencias catastróficas para la naturaleza, ya que la biodiversidad de agua dulce ha sufrido un descenso del 84% de las especies desde 1970 y un tercio de los peces de agua dulce están ahora en peligro de extinción.

La Península Ibérica es una de las zonas con mayor número de presas e infraestructuras de Europa. La cuenca del Duero cuenta con más de 3.500 presas y barreras que cortan el río desde el lado español y más de 1.000 del lado portugués.

Alternativas con menor impacto en la naturaleza

Los expertos convocados por WWF resaltaron que durante varias décadas, las presas fueron útiles para la sociedad, pero añadieron que en la actualidad, existen alternativas con menor impacto en la naturaleza e incluso más ventajosas desde el punto de vista económico. Por ello reclaman eliminar las barreras obsoletas, detener la construcción de más presas, y restaurar los ecosistemas acuáticos.

“Vivimos en una época en la que es posible cumplir los objetivos climáticos y energéticos sin poner en peligro el libre fluir de los ríos”, ha subrayado WWF. “Pero parece que, a pesar de que existen alternativas renovables con mucho mayor potencial y menor impacto negativo en la naturaleza, los gobiernos siguen aferrados a la idea de construir nuevas presas como solución ‘verde’ para la producción de energía, el abastecimiento urbano y el riego”, lamenta.

Presa de Aldeadávila, en Salamanca. Foto: Wikimedia

Según WWF, construir más presas, ya sean grandes o pequeñas, va en contra de la Estrategia de Biodiversidad de la Unión Europea, que establece como objetivo la restauración de al menos 25.000 kilómetros de tramos fluviales para el año 2030. Y entre las diversas medidas para alcanzar este objetivo se encuentra la eliminación de barreras.

Necesitamos urgentemente ampliar la producción de energías renovables para hacer frente al cambio climático, pero no podemos hacerlo a costa de la naturaleza”, alerta la entidad.

“Los países deben aprovechar la oportunidad creada por la revolución renovable para elegir las mejores formas de garantizar el suministro de energía y agua, sin comprometer el buen estado de los ríos. Porque los ríos libres son un pilar para la salud y la seguridad de todos nosotros”, destaca.

Eliminar las barreras fluviales obsoletas

“Queremos un Duero sin fronteras y sin más barreras, pero eso sólo se puede conseguir mediante la cooperación ibérica, guiada por cuatro focos de actuación:

–Detener la construcción de nuevas presas y eliminar las barreras fluviales obsoletas.

–Transformar el Duero y sus afluentes en un río sano y rico en biodiversidad, en lugar de una simple fuente de energía hidroeléctrica y canal de transporte.

–Crear alternativas a la construcción de nuevas presas como fuentes de agua para el abastecimiento urbano y el riego.

–Ser más ambiciosos en el cumplimiento de los objetivos y metas ambientales para la conservación de ríos, humedales y acuíferos, promoviendo la cooperación y coordinación entre las distintas entidades de ambos países.

Compuertas de la presa de Villalcampo (Zamora). Foto: La Opinión de Zamora

Las barreras existentes en la cuenca del Duero tienen graves repercusiones en las funciones naturales de los ríos. Obstaculizan el transporte de sedimentos al mar, provocando la erosión de las riberas y reduciendo los nutrientes de las playas costeras. Contribuyen a la extinción de especies, como el caso del esturión del Duero. Fragmentan los cursos fluviales y destruyen los hábitats naturales. Y dañan los ecosistemas, ya que pierden su capacidad natural de depurar el agua y, por lo tanto, esta pierde calidad, lo que repercute en la salud y el bienestar humano.

Hacer un uso racional del agua

Por otro lado, la eliminación de las barreras obsoletas en la cuenca del Duero (diques, presas y azudes) es una de las formas más eficaces y baratas de restaurar el funcionamiento y los servicios de estos ecosistemas fluviales. Esta realidad se ha demostrado en los últimos años a través de las numerosas demoliciones realizadas en diferentes países europeos, en particular, en el marco de la iniciativa Dam Removal Europe, de la que WWF forma parte con otros socios internacionales.

WWF indica que los financiadores y operadores de presas, las empresas eléctricas, el mundo académico, las asociaciones, los gobiernos y la sociedad civil deben asumir la responsabilidad de promover un río Duero saludable. Entre otras medidas, la ONG apunta la necesidad de hacer un uso racional del agua, evitar la contaminación, asegurar un régimen de caudal adecuado y sancionar las malas prácticas.

El río Duero. Foto: pixabay

Las alternativas sostenibles a las presas que WWF propone son:

–Promover sistemas de abastecimiento que combinen el uso de aguas superficiales y subterráneas, aprovechando el agua de lluvia localmente, (por ejemplo, con estanques y cisternas).

–Reducir los costes de mantenimiento y de uso de agua en las presas y en los sistemas de riego existentes.

–Construir plantas de tratamiento de aguas residuales más eficientes (o mejorar las existentes), permitiendo avanzar en la reutilización de los efluentes y reduciendo las demandas en origen.

–Reorientar la inversión en la construcción de nuevas presas hacia alternativas de producción energética más eficientes y con menor impacto negativo en la naturaleza, como por ejemplo la mejora de las turbinas existentes o la generación eólica y solar.

Los ríos ‘sanos’ reducen el impacto de las inundaciones

La organización conservacionista insta a las autoridades y a la ciudadanía a implicarse en la mejora del río Duero. “Los ríos ‘sanos’ garantizan la seguridad alimentaria de millones de personas con acceso al agua y a la pesca, alimentan las tierras y las playas aguas abajo con sedimentos y nutrientes, y conectan las llanuras de inundación que ayudan a reducir el impacto de las inundaciones y mantienen una biodiversidad rica y diversa”, indica WWF.

“Los mecanismos de cooperación y colaboración entre los dos países ibéricos en estas cuestiones necesitan ser revisados urgentemente, para adecuarse a las exigencias ambientales actuales. También necesitan un impulso político y técnico, especialmente en el contexto del Convenio de Albufeira”, concluye el colectivo conservacionista.

Web de referencia: https://www.wwf.es/informate/actualidad/?58621/Pedimos-detener-la-construccion-de-mas-presas-en-el-rio-Duero

Web de Dam Removal Europe: https://damremoval.eu/

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Ramón Díaz

Ramón Díaz Alonso (Llanes, Asturias; 1962). Trabaja desde 1990 en La Nueva España, primero como corresponsal en la comarca oriental de Asturias, después como responsable de la edición del oriente de Asturias y desde 2017 en la sección de Asturias, especializado en información política, de infraestructuras y ambiental. Colabora desde enero de 2021 con Verde y Azul, el canal de medio ambiente de Prensa Ibérica y Grupo Zeta. Es coautor de varias publicaciones de la Asociación Asturiana de Periodistas y Escritores de Turismo (ASPET).

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